La estafa del Servicio de Empleo socialista en Andalucía: solo generó un 3% de los contratos
Las auditorías llevadas a cabo por el Gobierno andaluz están evidenciando la nefasta gestión socialista durante sus 37 años al frente de la Junta de Andalucía. El Servicio Andaluz de Empleo (SAE), con 3.400 empleados, es una de las sociedades analizadas, y no podía haber salido peor parado: sólo un 3% de los contratos generados en 2018, último de Susana Díaz en el Ejecutivo autonómico, pasaron por el SAE.
PricewaterhouseCooper (PwC), que ha sido quien ha auditado al SAE, refleja en un demoledor informe que apenas cumple las funciones para las que fue creado. De hecho, la auditoría pone de manifiesto que el SAE apenas oferta doce empleos por cada mil desempleados, muy por debajo de las 17 ofertas en Navarra, las 22 en Aragón o las 15 de Cantabria.
Pero PwC también ha detectado una falta de un correcto análisis del mercado laboral, destacando que, debido a ello, aproximadamente un 30% de quienes se apuntan al SAE terminan dándose de baja sin haber recibido ni una sola oferta de empleo. Una tasa muy elevada -por encima de la media nacional-, en comparación con comunidades como Murcia (14%), Cataluña (17%) o Madrid (17%).
PwC señala, además, que el SAE «no cumple con los indicadores objetivos marcados en el presupuesto anual».
Caos interno
PwC destaca, además, la inmensa estructura del SAE, con casi 200 oficinas y una plantilla de 3.386 personas, entre los que hay funcionarios y empleados que proceden de otros entes públicos, como Faffe. El problema: se juntan un total de catorce convenios colectivos. Este desorden provoca, según la auditoría, que 1.412 funcionarios estén, literalmente, desbordados.
Todos estos problemas se reflejan en la percepción que los andaluces tienen del SAE. Según una encuesta realizada por PwC, el 59% de los consultados tienen una percepción negativa, un 70% alega que jamás ha recibido una oferta del SAE y un 42% de los que sí han recibido ofertas, no correspondían con su perfil profesional.
Y ahí no queda la cosa. Más de la mitad de los encuestados no han recibido ni formación ni orientación, y tres de cada cuatro aseguran que no han logrado encontrar un puesto de empleo con la ayuda del SAE.