Un bebé de Granada ingresa en el hospital tras dar positivo en cocaína y benzodiacepinas

Los servicios sociales de la Junta de Andalucía se han hecho cargo de un bebé de un año tras haber ingresado en el Hospital Materno Infantil de Granada y dar positivo en benzodiacepinas y cocaína en un estudio toxicológico.

Al parecer, y según ha informado este miércoles la administración autonómica en un comunicado, el menor habría consumido de manera accidental una pastilla de Tetrabenzamin que estaba en el suelo de un parque.

A su llegada al centro hospitalario, el menor presentaba «síntomas de somnolencia y tenía escasa respuesta a estímulos», de tal modo que se solicitó un estudio toxicológico en orina.

Presumiblemente, la madre es consumidora actualmente de sustancias tóxicas y cuenta también con una orden de alejamiento de su actual pareja por maltrato. Además, anteriormente ya habían sido retirados dos hijos a esta misma familia, por lo que «dada la gravedad de los hechos y los antecedentes familiares se declaró el acuerdo por desamparó para el bebé».

Así las cosas, el pasado 19 de agosto, funcionarios del Área de Protección al Menor de la Unidad de Policía Adscrita a la comunidad autónoma andaluza, en compañía de técnicos del Servicio de Protección al Menor de la Delegación de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, se desplazaron hasta el citado hospital granadino para ejecutar una resolución de desamparo sobre el menor y proceder a su ingreso en el centro correspondiente, tutelado por la Junta de Andalucía.

Además, personal del Servicio de Protección de Menores informaron posteriormente a la madre de los motivos y de los trámites a seguir respecto a la retirada de su hijo, tal y como han detallado desde el Ejecutivo autonómico.

Ya el pasado 31 de julio un bebé de 19 meses dio positivo en cannabis y cocaína en Las Palmas de Gran Canaria. La Policía Nacional detuvo a los padres, dos jóvenes de 26 y 27 años y con antecedentes policiales, por un delito de abandono de familia. La madre llevó al menor al hospital con signos de decaimiento, somnolencia e inestabilidad. Los progenitores admitieron ser consumidores y afirmaron que su hijo podría haber ingerido algún resto de estas sustancias del mobiliario de su casa «de forma accidental». El bebé ha quedado bajo custodia de la abuela hasta que la autoridad judicial dictamine la resolución correspondiente.