El termómetro marca 30 grados en Oymyakon, la ciudad más fría del mundo
Oymyakon es la ciudad más fría del mundo. Ubicada en Siberia y con una población de apenas 462 habitantes, en los meses de invierno se pueden alcanzar los 62 grados bajo cero. La temperatura más baja se registró el 26 de enero de 1926: 71,2 grados bajo cero. Vivir en estas condiciones tan extremas no es nada sencillo: el combustible de los vehículos se solidifica nada más apagarse el motor, los peces se congelan en medio minuto al sacarlos del río… Pues bien, por increíble que parezca en Oymyakon se han superado los 30 grados de temperatura esta semana.
Se trata de un fenómeno que llama mucho la atención teniendo en cuenta que el suelo de esta ciudad siempre está congelado. Los últimos estudios realizados señalan que el Ártico se está calentando el doble de rápido que el planeta Tierra.
En junio 2020 tuvo lugar una ola de calor persistente en el Círculo Polar Ártico que mantuvo en vilo a los científicos. El Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S), un programa vinculado a la Comisión Europea, señaló que en marzo, abril y mayo la temperatura media estuvo 10 grados centígrados por encima de lo normal.
Récords de calor en el mundo
Además de los 30 grados en Oymyakon, esta semana también se han registrado temperaturas anormalmente altas en otras zonas del mundo.
Por ejemplo, en Moscú se han rozado los 35 grados centígrados, cuando la temperatura máxima promedio en el mes de junio en la capital rusa es de 22 grados centígrados.
En Canadá la ola de calor ya se ha cobrado la vida de 500 personas. Según indican los forenses, la gran mayoría de fallecimientos se deben a episodios de muerte súbita por hipertermia. Muchas de las víctimas mortales son personas de más de 60 años, En la localidad de Lytton se han alcanzado los 49,6 grados,
Y, por último, en la ciudad de Jacobabad, en Pakistán, se han alcanzado los 52 grados centígrados. Un calor extremo que supera el umbral de calor que puede soportar un ser humano. Tom Matthews, profesor de ciencias del clima en la Universidad de Loughborough (Reino Unido), explica que a partir de los 35 grados el cuerpo lo tiene cada vez más difícil para regular la temperatura corporal a través del sudor.
Por lo tanto, exponerse a temperaturas tan altas puede provocar que la temperatura del cuerpo suba hasta los 40 grados, lo que provoca síntomas muy graves: mareos, desmayos, náuseas, dolor de cabeza, pérdida de conciencia e incluso la muerte.
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