Hallan 11 cadáveres con huellas de tortura dentro de una camioneta abandonada en México

Una camioneta abandonada, 11 cadáveres con huellas de tortura dentro, y un despliegue de la gendarmería de Veracruz durante horas para combatir la violencia que genera el narcotráfico en ese distrito del este de México. Eso es lo que ha ocurrido en Boca del Río, según gobierno local: «Es una guerra» entre cárteles de narcotraficantes, dijo el gobernador Miguel Ángel Yunes en una entrevista a Oliva Radio.

Yunes ha confirmado que los 11 cuerpos —nueve hombres y dos mujeres— fueron hallados la noche del martes en el turístico municipio de Boca del Río, a las afueras del importante puerto de Veracruz.

Imágenes captadas por un fotógrafo de la AFP muestran los cuerpos ensangrentados, algunos desnudos y atados de pies y manos, en el interior y debajo de una camioneta blanca. En el parabrisas y maletero del vehículo había cartulinas con mensajes escritos aparentemente por criminales.

Los cadáveres fueron trasladados al servicio forense y la camioneta en que se hallaban es un vehículo robado a una empresa de servicios turísticos, aseguró Yunes. La noche del martes culminó en Veracruz, sobre la costa del Golfo de México, el tradicional carnaval al que asistieron más de 10.000 personas, muchas de ellas turistas.

Ese mismo día, ocurrió un enfrentamiento armado en el puerto que dejó dos presuntos criminales muertos y un soldado de la Marina herido.

Uno de los estados más golpeados por el narco

El secretario de Gobernación (ministro de Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, visitó Veracruz el martes para anunciar la llegada de la Gendarmería a este estado, uno de los más golpeados por la violencia del narcotráfico.

Veracruz es escenario de sangrientas disputas entre los cárteles Los Zetas y Jalisco Nueva Generación, que buscan acaparar las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos, el robo de combustible de la estatal Petróleos Mexicanos, así como los secuestros y extorsiones contra pobladores e indocumentados de Centroamérica.

En noviembre de 2011, Jalisco Nueva Generación se atribuyó la masacre de 35 personas cuyos cuerpos fueron abandonados en una zona comercial de Boca del Río. El gobierno aseguró que las víctimas formaban parte de Los Zetas.

Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno mexicano lanzó un operativo militar antidrogas, suman más de 177.000 muertes violentas, según cifras oficiales que no detallan cuáles de estos casos están ligados al crimen organizado.