El Atlético revierte la inercia con el martillo de Giuliano
Los rojiblancos extienden su estado de gracia a la Champions
Ahora todo sale arena donde hace una semana era cal
Giuliano Simeone es una cita con el dentista para las defensas rivales

El fútbol son estados de ánimos y el Atlético anda subido en la ola de la euforia, una contraria a la que surfeó a principios de temporada, cuando se hundió en la marea del Alavés, Espanyol y Mallorca. La agónica remontada contra el Rayo y el manotazo al Real Madrid actuaron como baliza de la tabla rojiblanca, que surca ahora los mares continentales con otro brío, impulsado por la inercia. Todo siempre es más sencillo con el aire a favor.
De pronto la corriente ha cambiado su dirección en el Metropolitano. Todo lo que salía cal ahora es arena. Los balones divididos se tiñeron de rojiblanco, también las jugadas dudosas y supieron golpear sin ser golpeados. Cambio radical. Tal es la inercia que Julián Álvarez se atrevió a tirar un penalti a lo panenka, Giuliano a dar un taconazo dentro del área… Cuando la confianza rebosa los pies y la cabeza van solos.
Y cuando eso pasa, todos suman. Raspadori se añade a la causa. El italiano, objeto de críticas tras los primeros partidos, cuajó sus mejores minutos desde que está en el Atlético. Se dejó caer por los costados, interpretó los desmarques y vio puerta en la primera que tuvo. Simeone siempre creyó en él. «Tiene grandes cualidades que debemos potenciar», dijo. Respondió de inmediato, como Lenglet, que volvió a realizar un ejercicio de salida de balón quirúrgica. Ahora todos se atreven, todos tienen convicción. Las emociones mandan.
Griezmann se pone a 200
«Aquí puedes hacer historia, allí serás uno más». Cuatro años y un Sicue en Barcelona después, Antoine Griezmann tomó el consejo dado por Erika Choperena, su mujer, cuando dudaba entre fichar Barça o seguir en el Atlético –Vol.1– y lo convirtió en realidad. Se convirtió en el máximo goleador de la historia del club y este martes, dentro del marco de la Champions, anotó su gol número 200 con la zamarra rojiblanca tras culminar una gran jugada de Julián Álvarez. Le devolvió el favor al argentino al provocar un penalti que transformó Julián. Recuperar una versión notable de Griezmann es fundamental para Simeone, devoto del fútbol del francés
Giuliano es un martillo
La presencia de un hijo en el vestuario liderado por su padre es un arma de doble filo. Tan emotivo por una vertiente como bomba de relojería por la otra. Las sospechas de nepotismo son inevitables, pero las ha disipado Giuliano sobre el terreno de juego. Es todo pundonor, coraje y sacrificio… y calidad. Los que dudan sobre ello que revisen la asistencia de tacón a Griezmann. Giuliano es todo lo que se le pide a un jugador del Atlético. Que no escatime esfuerzos, que tenga humildad, capacidad de sacrificio y se entregue. Y Giuliano es un martillo. No para de golpear hasta que derriba.
Notas del Atlético
- Oblak: 7
- Llorente: 7
- Le Normand: 7
- Lenglet: 8
- Ruggeri: 6
- Giuliano: 9
- Gallagher: 6
- Barrios: 8
- Griezmann: 8
- Raspadori: 8
- Julián Álvarez: 8
- Koke: 7
- Nico: 6
- Nahuel: 5
- Baena: sin tiempo
- Carlos Martín: sin tiempo
- Simeone: 8