Podemos no les subirá los impuestos al 2%, sino al 100%
Unidos Podemos ha prometido incrementar la recaudación fiscal en 120.000 millones de euros anuales al finalizar la próxima legislatura. Se trata de una enorme suma de dinero —un 30% más que en la actualidad— que, según relata la formación morada desde los medios de comunicación, procederá únicamente de subir los impuestos al 2% de españoles más acaudalados. Sucede, sin embargo, que el conjunto de rentas que anualmente percibe el 2% de familias más ricas en España apenas alcanza los 33.000 millones de euros. Sí, 33.000 millones de euros de los cuales ya está pagando en impuestos alrededor de 11.000 millones —y eso que no estamos incluyendo las contribuciones sociales que paga el empresario a su nombre—. Se entenderá, pues, la absoluta imposibilidad de recaudar 120.000 millones de euros únicamente atacando tributariamente a unos contribuyentes cuyos ingresos totalizan 33.000 millones.
A decir verdad, sin embargo, Unidos Podemos tampoco pretende esta irreal multiplicación de los panes y los peces: si acudimos a su memoria económica en lugar de a las consignas que gusta de difundir por los medios de comunicación, la recaudación adicional que espera obtener la formación de Pablo Iglesias mediante las subidas del IRPF y de los impuestos sobre la riqueza apenas alcanza los 13.000 millones de euros anuales. Sí: la subida de impuestos a “los ricos”, al 2% castuzo e hiperpotentado, sólo arrojará —según Unidos Podemos— 13.000 millones de los 120.000 que necesitan para cuadrar sus cuentas (y eso, dando por buenas sus previsiones al respecto, que no lo son).
Otros 30.000 millones de euros (hasta llegar a 43.000 millones) serán extraídos presuntamente de la lucha contra el fraude fiscal, del incremento del Impuesto de Sociedades o de la fiscalidad medioambiental. Pero siguen faltando 77.000 millones de euros. ¿De dónde confía Unidos Podemos obtener esos restantes 77.000 millones de euros que necesita para poder sufragar sus infinitas promesas de nuevo gasto público? Pues, según nos dicen, esos 77.000 millones procederán «del crecimiento económico». Es decir, que Dios proveerá: ni siquiera con su matonismo impositivo se atreven a asegurar el 65% de la nueva recaudación que le están prometiendo a la ciudadanía.
Y he ahí la clave de la cuestión: si Unidos Podemos no renuncia a sus promesas de gasto (cifradas en 100.000 millones de euros adicionales a partir de 2019) y es incapaz de recaudar de los ricos, de las empresas, del fraude fiscal y, sobre todo, del providencial crecimiento económico aquellas infladísimas sumas que están prometiendo hoy, ¿quién cree que pagará el coste de sus mentiras? Será usted.