La infanta Cristina se niega a responder a la acusación particular en el caso Urdangarin
Cristina de Borbón está siendo ya interrogada como presunta cooperadora de dos delitos contra la Hacienda Pública supuestamente cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin, que este jueves intentó desligar a la infanta de toda actividad en cuestión, asegurando que «su señora» no participó en sociedad alguna ni tomó decisiones.
De inicio, doña Cristina de Borbón se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular. La tensión en la sala, ante el silencio de la infanta ante las preguntas de Virginia López Negrete, la abogada del sindicato Manos Limpias, era patente.
La hermana del Rey está en el banquillo tras serle denegada la conocida como doctrina Botín, por la que sólo la acusación popular, en este caso Manos Limpias, no bastaría para juzgarla. En concreto, es preguntada por su participación en Aizoon, de la que era socia al 50% con el ex duque de Palma y que recibía fondos presuntamente desviados del Instituo Nóos.
El fiscal Anticorrupción no acusa a la infanta pero pide que doña Cristina responda como responsable civil a título lucrativo, conjunta y solidariamente con Urdangarin, hasta la cuantía de 587.413 euros. Esa cantidad es la mitad de los fondos que, según el fiscal, ingresó de forma ilícita la empresa Aizoon, propiedad de los duques de Palma al 50 %, y que destinaron a pagar gastos personales.
Por su parte, la Abogacía del Estado reclama a la infanta Cristina 168.571 euros de responsabilidad civil en el caso Urdangarin, como partícipe a título lucrativo, para resarcir el daño por haber disfrutado de los bienes con los que presuntamente se lucró Urdangarin al cometer fraude a Hacienda en el IRPF de dos ejercicios.
Tras un receso de 16 minutos, la presidenta del tribunal, Samantha Romero, le ha informado de sus derechos como acusada.
Antes de iniciarse el interrogatorio, el abogado de la infanta Cristina, pablo López Molins, ha anunciado al tribunal que la acusada «no responderá a la acusación particular» de Manos Limpias, la única parte que mantiene su acusación contra ella, «y en consonancia a ninguna otra parte en el proceso». El tribunal le ha afeado al abogado esa intervención, recordándole que la propia procesada «puede ella misma ejercer sus derechos y anunciar si va a declarar o no».
Así lo ha hecho doña Cristina de Borbón: «no responderé a la acusación particular, señoría», ha dicho. Así, la infanta sólo prevé responder a las preguntas de su abogado, Pablo Molins, y no a las de las acusaciones y ni a las del resto de letrados.
En todo caso, la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, ha desgranado todo su interrogatorio, pregunta a pregunta, dirigiéndose a la infanta con el apelativo respetuoso de «señora» para que constara en acta, pese a que entretanto la infanta se mantenía en silencio, con el rictus tenso.
La presidenta del tribunal ha advertido a la abogada de Manos Limpias por el tono de alguna de sus preguntas, que se adentraban, según la juez Romero, en «consideraciones personales que en nada interesan a este tribunal». El interrogatorio de López Negrete, muy incisivo, trataba de desentrañar si la relación de Urdangarin y la infanta se adentraba en los asuntos de la sociedad que compartían al 50% o ella se limitaba a ser la esposa del único administrador de Aizoon.
«¿Por qué desgravaba usted los gastos que no correspondían al objeto social de la mercantil Aizoon?», ha preguntado López Negrete, refiriéndose a las facturas de peluquería y alimentación que se cargaban a la tarjeta de crédito que la infanta poseía de Aizoon.
Los abogados de la infanta han elevado protesta al tribunal ante la exhibición de documentos. «Están violentando el derecho a la acusada a no declarar», ha alegado López Molins. El tribunal ha rechazado la protesta y ha recordado que «la acusación está en su derecho de consignar las pruebas que estime conveniente y la acusada puede mantener su silencio si así lo desea, es perfectamente compatible».
«¿Es cierto que si usted hubiera querido se habrían podido evitar los dos delitos fiscales de los que se le acusa?», así ha terminado la abogada de Manos Limpias… pero el tribunal se lo ha recriminado por «introducir conclusiones en el proceso de vista».
«No hay preguntas»
Al acabar el interrogatorio de Virginia López Negrete, ha iniciado el carrusel de «ninguna pregunta, señoría». Nadie ha querido interrogar a «su alteza real la infanta doña Cristina». Ni el fiscal Horrach, ni las abogacías del estado o de las Comunidades Autónomas, ni las defensas del resto de acusados… nadie.
Al llegar al abogado López Molins, el defensor de la infanta, éste ha protestado por las preguntas «improcedentes, inexactas, por no decir otra palabra» de la acusación particular.