Uno de los castillos mejor conservados de Castilla y León es una mítica fortaleza medieval donde vivió El Cid
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Situado entre las riberas de un valle burgalés, se levanta uno de los castillos mejor conservados de Castilla y León. Este enclave, ligado a la figura del Cid Campeador, atravesó siglos de historia, propiedad de nobles linajes y sometido a diversos usos que dejaron su huella en sus piedras.
Hoy, vuelve a ser protagonista tras la venta reciente a un nuevo propietario que ha preferido permanecer en el anonimato.
Así es uno de los castillos mejor conservados de Castilla y León: aquí vivió el Cid
Entre los castillos mejor conservados de Castilla y León, sobresale por mucho una construcción ubicada en la provincia de Burgos. Se trata del castillo de Sotopalacios, en el término municipal de Merindad de Río Ubierna.
A pesar de que su estructura actual se sitúa en el siglo XIV, la tradición local lo asocia a una época anterior, concretamente al siglo IX, como lugar donde se encontraba la casa familiar de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
Esta fortificación es conocida también como el castillo del Cid. Su nombre no es casual: algunos estudiosos han apuntado la posibilidad de que en este lugar se hallara la casa solariega de la familia de El Cid.
No existen datos concluyentes, pero sí se ha documentado la presencia de molinos harineros en el cercano río Ubierna, de los que era propietaria la familia del célebre caballero.
El inmueble fue levantado sobre restos anteriores. Su historia más reciente ha estado marcada por diversos propietarios nobles, entre ellos los Manrique de Lara, los Padilla, los Lerma, los Medinaceli, los Feria, los Villegas y los San José Marqués.
La importancia del castillo de Sotopalacios
El castillo de Sotopalacios se incluye entre los castillos mejor conservados de Castilla y León gracias a su protección legal. Desde el 22 de abril de 1949, forma parte del conjunto de castillos protegidos por un decreto estatal, en vigor desde la dictadura franquista.
Además, cuenta con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural de carácter genérico. Estas figuras legales han permitido que, a pesar de su historia accidentada y su uso militar en el siglo XIX como polvorín, el castillo haya conservado buena parte de su estructura original.
Durante ese periodo, muchas piedras de sus muros fueron empleadas para la construcción de casas en el propio pueblo. Aun así, el edificio ha sobrevivido al paso del tiempo con un estado de conservación superior al de muchas otras fortalezas de la comunidad.
La restauración de Sotopalacios, uno de los castillos mejor conservados de Castilla y León
Uno de los momentos clave para la preservación del castillo se produjo a lo largo del siglo XX. El químico César San José Seigland, padre de nueve hijos, adquirió la propiedad en ruinas. A partir de entonces, se inició un proceso de restauración que, aunque parcial, consiguió estabilizar el edificio.
San José impulsó la Fundación Castillo del Cid, con la que pretendía preservar tanto el inmueble como las tradiciones culturales del valle del río Ubierna.
Uno de los proyectos más destacados fue la creación de un centro especial de empleo en el interior del castillo. Allí, personas con discapacidad trabajaban en talleres de artesanía, centrados en la confección de alfombras y tapices.
Este enfoque social no tuvo continuidad con los siguientes propietarios, quienes han preferido utilizar el inmueble para uso privado. La venta reciente se cerró por una cantidad inferior a los 2,4 millones de euros por los que había estado anunciada públicamente. El nuevo titular ha optado por no desarrollar ninguna actividad comercial ni turística en el lugar.
Actualmente, parte del edificio permanece intacto debido precisamente a esas restricciones históricas. Otras zonas fueron objeto de restauraciones parciales por parte de los actuales dueños, cuya identidad se mantiene en reserva.