Si eres miedoso, mejor ni te acerques: esta playa tiene las olas más salvajes de toda España, de hasta 7 metros
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A escasos kilómetros de Bilbao se encuentra una playa que no aparece en los itinerarios turísticos cliché. No hay chiringuitos, ni socorristas, ni multitudes. Solo un mar abierto y una de las olas más salvajes de España. Y es que en este enclave del litoral vasco, la naturaleza impone sus propias reglas y solo los surfistas más preparados se atreven a entrar al agua.
Aquí, el viento, el fondo rocoso y la orientación del oleaje dan lugar a una de las rompientes más contundentes del país.
¿Cuál es la playa que tiene las olas más salvajes de toda España?
Alejada de los arenales masificados y protegida por abruptos acantilados, la playa de Meñakoz es un entorno natural ubicado entre los municipios vizcaínos de Sopela y Barrika. Su paisaje está marcado por formaciones geológicas que forman parte del conocido Flysch de Bizkaia.
Pero que su entorno no te engañe: se trata de una de las playas más salvajes del país. En este tramo de costa, el terreno rocoso y la falta de servicios convierten el lugar en un espacio poco adecuado para un día de baño tradicional, pero muy valorado por quienes buscan surf extremo.
Este rincón del Cantábrico cuenta con apenas 400 metros de longitud y una orografía marcada por piedras y rocas. Es un lugar solitario, sin socorristas ni equipamientos playeros, y que suele estar fuera del radar del turismo familiar.
En cambio, atrae año tras año a cientos de surfistas que buscan una cosa: la ola de Meñakoz, una de las olas más salvajes de España.
¿Cómo es la ola de Meñakoz y qué la hace tan desafiante?
La ola de Meñakoz no es apta para principiantes. Se trata de una derecha que rompe sobre fondo rocoso, justo frente a los acantilados que bordean la playa.
La ola necesita un mínimo de dos metros para activarse, pero en condiciones ideales puede alcanzar los 7 metros de altura. Lo habitual es que esto ocurra entre los meses de septiembre y febrero, cuando las borrascas atlánticas aportan la energía necesaria.
A continuación, van algunos datos que son de utilidad para quienes se atrevan a surfear esta ola:
- Tipo de fondo: rocoso.
- Mejores vientos: sur y sureste.
- Tamaño óptimo: entre 4 y 7 metros.
- Nivel requerido: avanzado o profesional.
- Acceso al pico: remada por canal sin espuma.
Cuando se dan las condiciones perfectas, la ola ofrece una primera sección muy tubera, ideal para entubar, seguida de varias paredes que permiten maniobras hasta que pierde fuerza. Al romper tan cerca del acantilado, cualquier error puede tener consecuencias graves. Por eso, este spot solo es frecuentado por surfistas experimentados.
Las olas más salvajes de toda España y el epicentro para los cracks del surf
La historia del surf de olas grandes en el País Vasco no se entiende sin Meñakoz. Fue en esta playa donde surgió la primera comunidad dedicada al big wave surf en Euskadi. A mediados de los años setenta, surfistas como Raúl Dourdil, Pato Morenés o Jon Susaeta comenzaron a desafiar la ola en condiciones hasta entonces inéditas en la zona.
Según relata Javier Amezaga en Surfing the Basque Country, fue Dourdil quien, tras una estancia en Canarias, se lanzó por primera vez a surfear esta rompiente. Desde entonces, Meñakoz ha sido punto de referencia para quienes buscan surf de gran tamaño en Europa.
Hoy, nombres como Natxo González, Aritz Aranburu o Jon Renobales forman parte del grupo habitual que acude a Meñakoz cuando las previsiones anuncian marejadas potentes.
Las sesiones que se desarrollan aquí son seguidas por espectadores desde el acantilado, en un espectáculo natural tan impresionante como peligroso.
Cómo llegar a Meñakoz y qué tener en cuenta
Para acceder a esta playa desde Bilbao (menos de 20 kilómetros), basta con tomar la carretera BI-2122 en dirección a Sopelana. Antes de llegar al municipio, un desvío a la derecha conduce a un pequeño aparcamiento sin vigilancia. Desde ese punto, es necesario caminar unos minutos por un sendero que baja hasta la playa.
La falta de comodidades refuerza su carácter aislado, porque cabe recordar, no hay ni socorristas ni aseos. Este entorno natural carece de servicios básicos, lo que acentúa tanto su peligrosidad como su atractivo para quienes buscan condiciones extremas.
La mejor época para encontrar las olas más salvajes de España en Meñakoz va de otoño a finales del invierno (entre noviembre y enero). Las borrascas del Atlántico norte generan condiciones ideales en esta parte del Cantábrico. Por el contrario, los meses de verano presentan menor frecuencia de oleaje y un viento menos favorable.
Para quienes no pretenden surfear, la temporada óptima para visitar este rincón es de septiembre a febrero.
Por último, no es recomendable entrar al agua sin experiencia previa en condiciones similares. Además, es importante respetar a los surfistas locales, que suelen conocer bien la dinámica del lugar y las prioridades dentro del agua.
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