Reclinar el asiento, ¿un servicio de pago en un futuro?

Reclinar el asiento
Reclinar el asiento, ¿un servicio de pago en un futuro?

El espacio disponible para los pasajeros en los aviones suele ser bastante limitado, sobre todo si vuelas con compañías low cost. Pero la cosa puede ser todavía más grave si la persona que se sienta delante de ti decide reclinar el asiento para estar más cómodo. Aunque la diferencia de espacio es de apenas 10 centímetros, este hecho ha provocado no pocos enfados entre viajeros y algún que otro incidente. Pero esta situación podría regularizarse en un futuro, o al menos son las conclusiones de un estudio realizado por dos investigadores y publicado en The Economist, que opinan que las compañías aéreas empezarán a cobrar una cantidad de dinero a sus clientes por reclinar el asiento.

¿A quién pertenece el espacio existente entre asientos? En principio debería pertenecer al pasajero que tiene la posibilidad de reclinar el asiento, ya que es un servicio que se incluye dentro del precio del billete. Sin embargo, es un hecho que no está tan claro. Por eso Christopher Jon Sprigman, de la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York, y Christopher Buccafusco, de la Escuela de Derecho de Cardozo, se lanzaron a efectuar una encuesta entre un grupo de viajeros, a los que preguntaron cuándo dinero estarían dispuestos a pagar o a recibir para renunciar o disponer del derecho a reclinar el asiento en un vuelo de seis horas de duración.

reclinar el asiento
La diferencia de espacio entre un asiento reclinado y uno en posición normal es de unos 10 centímetros

¿Cuánto dinero aceptaría el viajero que quiere reclinar el asiento por no hacerlo? ¿Y cuánto pagaría el pasajero de atrás para que el de delante no lo hiciera? Los primeros estarían dispuestos a no cambiar la posición de sus asientos a cambio de unos 41 dólares (unos 36’50 euros), mientras que los que sufren sólo pagarían 18 dólares (unos 16 euros) por evitar sufrir esa pérdida de espacio de 10 centímetros. En el caso opuesto, los que habitualmente reclinan su asiento no pagarían más de 12 dólares (unos 10’50 euros) por seguir haciéndolo, mientras que los pasajeros que ceden su espacio reclamarían 39 dólares (unos 35 euros) por permitirlo.

Si, como opinan los responsables de la investigación, ponerle precio a la posibilidad de reclinar el asiento podría ser clave para evitar conflictos a bordo de los aviones, no nos extrañaría nada que en un futuro no muy lejano las aerolíneas moneticen este servicio… ¿Tú lo pagarías?

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