Ni Ávila ni Cáceres: la desconocida joya medieval española que deja boquiabiertos a los turistas con solo 20 habitantes
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Dentro del mapa de pueblos medievales en España, algunos nombres suelen ser «cánon» turísticos. Sin embargo, existen núcleos que permanecieron al margen del turismo masivo y que conservan intacto su trazado original y su arquitectura. La joya medieval española que abordaremos ahora está entre paisajes montañosos y casi no tiene habitantes.
Esta se sitúa en Cataluña, dentro de la provincia de Girona. Con apenas 20 habitantes censados, fue un municipio independiente hasta finales de los años 60, momento en que se integró en otro término municipal. Aquí, el urbanismo medieval resistió al tiempo y hoy es digno de ser fotografiado.
¿Cuál es la joya medieval española entre montañas y que apenas tiene habitantes?
Viajamos hasta el hermoso enclave de Beget, que se encuentra en el extremo noroeste de la comarca catalana de la Garrocha, aunque actualmente forma parte del municipio de Camprodon, en el Ripollés.
Su ubicación lo mantiene aislado entre montañas, a la cabecera del río Llierca. Este aislamiento contribuyó a preservar su fisonomía.
Lo curioso es que a lo largo del siglo XIX, Beget llegó a superar los 1.300 habitantes. Sin embargo, la despoblación rural afectó también a este enclave, que en 2005 contaba con tan solo 27 residentes.
Hoy la cifra ronda los 20, aunque muchos de sus inmuebles se han reconvertido en segundas residencias. Esta transformación alteró parcialmente la tipología original de sus edificios, aunque aún es posible observar las estructuras tradicionales:
- Paredes de mampostería de piedra, con mortero de cal y barro en los edificios más antiguos.
- Tejados de teja árabe, con aleros de madera en construcciones del siglo XVIII y XIX.
- Jambas y dinteles de piedra picada o madera.
- Fachadas rebozadas y pintadas en tonos ocre, blanco o beige.
El núcleo urbano se divide en tres sectores, separados por arroyos y conectados mediante puentes. El más antiguo se formó alrededor de la iglesia de San Cristóbal, el edificio más representativo del lugar y que se puede apreciar en la imagen destacada.
Este templo de estilo románico catalán ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional y figura en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
¿Qué se puede visitar en Beget?
Retomamos como punto de interés a la iglesia de San Cristóbal, porque no todo ronda en torno a su antigüedad. Según National Geographic, su interior guarda una talla policromada del Cristo en majestad, que fue protegida durante la Guerra Civil para evitar su destrucción.
En tanto, el retablo y los capiteles de los arcos, así como la pintura mural realizada por Joaquim Vayreda en el siglo XIX, refuerzan su valor histórico y artístico.
Pero además del templo, el trazado urbano mantiene elementos clave del urbanismo medieval:
- Puente de Beget, posiblemente del siglo XIV, que comunica dos sectores del pueblo.
- Torre del reloj, ubicada en el segundo sector.
- Puente nuevo sobre el arroyo del Trull, construido en 1940 tras una riada.
El tercer sector, más reciente, fue levantado entre los siglos XVIII y XIX y muestra influencias arquitectónicas más variadas. Aunque las reformas han introducido balcones de hierro y fachadas decoradas, el conjunto sigue transmitiendo una fuerte identidad local.
Una joya medieval española reconocida oficial y merecidamente
En 2021, Beget fue incorporado a la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España. Este colectivo, fundado en 2011, tiene como objetivo promocionar el patrimonio de localidades con bajo nivel de industrialización y despoblación acusada.
Con esta adhesión, Beget se convirtió en el segundo pueblo catalán en lograr este reconocimiento, tras Bagerque, en Lérida.
Esta inclusión contribuyó a que el nombre de Beget comience a sonar fuera de su entorno. Sin embargo, la afluencia turística se mantiene moderada debido a su ubicación remota. Esto dio pie a que conserve su atmósfera tranquila, caracterizada por el silencio y el paisaje montañoso.