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La iglesia más extraña de España está en Burgos y parece cualquier cosa menos un lugar sagrado

Iglesia más extraña de España
Capilla de San Olav. Foto: Julen Iturbe en Flickr.

La iglesia más extraña de España no se levanta en una gran capital ni junto a un monumento famoso, sino en un paraje tranquilo del valle de los Lobos, cerca de Covarrubias, en Burgos. Aunque su estructura podría confundirse con un pabellón industrial o una escultura moderna, se trata de un templo consagrado, erigido con la intención de unir a España y Noruega.

Todo comenzó con la princesa Kristina de Noruega, hija del rey Haakon IV, quien viajó a Castilla en el siglo XIII para casarse con el infante Felipe, hermano del rey Alfonso X el Sabio. Su destino la condujo lejos de los fiordos nórdicos, hacia una tierra desconocida. Murió joven, pero antes de hacerlo dejó una promesa que marcaría para siempre el vínculo entre ambos países.

¿Cuál es la iglesia más extraña de España?

La capilla de San Olav, en apariencia tan alejada de los cánones religiosos, representa hoy una de las expresiones más originales del patrimonio espiritual español. Diseñada por los arquitectos Pablo López Aguado y Jorge González Gallegos, la capilla combina acero corten, madera y hormigón.

Su apariencia sobria, geométrica y casi minimalista contrasta con las iglesias medievales que la rodean. Desde la distancia, la capilla de San Olav podría pasar por un edificio contemporáneo sin función religiosa, pero su interior conserva un ambiente de recogimiento y silencio.

La historia detrás tiene como protagonista a Kristina, quien le pidió a su esposo que construyera un templo en honor a San Olav, el patrón de Noruega, en recuerdo de su patria. El infante Felipe no llegó a cumplir la promesa en vida, pero siglos después, su deseo cobró forma en un proyecto arquitectónico sin precedentes.

En 2011, la Fundación Princesa Kristina de Noruega impulsó la creación de una capilla moderna dedicada al santo vikingo, con la colaboración de instituciones españolas y noruegas.

Arquitectura que rompe esquemas: así es la capilla de San Olav en Covarrubias

Lejos de los retablos dorados o los vitrales coloridos, la capilla de San Olav apuesta por la simplicidad y el contraste. Su fachada de acero ennegrecido parece cambiar de tono con la luz del día, y su torre se alza como un eco del paisaje. No hay ornamentos ni símbolos religiosos visibles desde el exterior, lo que refuerza su carácter enigmático.

La estructura, orientada hacia el norte, conecta con la tradición escandinava tanto en materiales como en filosofía constructiva. El uso de acero y madera responde a la búsqueda de durabilidad y armonía con el entorno, evitando cualquier ruptura con el paisaje del valle.

El resultado es una obra que fusiona espiritualidad y modernidad, reinterpretando lo sagrado desde la arquitectura contemporánea.

¿Por qué la iglesia más extraña de España es símbolo de unión con Noruega?

Más allá de su singularidad formal, la capilla de San Olav es un símbolo de diálogo cultural. En su interior se celebran actos religiosos, pero también encuentros artísticos y conciertos que fortalecen la relación entre ambos países.

La Fundación Princesa Kristina de Noruega, impulsora del proyecto, trabaja para mantener viva la memoria de la princesa y promover la cooperación cultural entre España y Noruega.

El interés por este espacio llevó a la Fundación Iberdrola España a sumarse con un proyecto de iluminación sostenible. Gracias a su intervención, la capilla brilla ahora con luz propia, realzando su silueta al caer la tarde.

«San Olav y su ermita brillan, por fin, con luz propia», expresó durante la inauguración Manuel Medina, presidente de la Fundación Princesa Kristina de Noruega, destacando el valor paisajístico del entorno.

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