Extremadura, el paraíso de las piscinas naturales
Extremadura es más bella de lo que te imaginas. Una tierra en la que la naturaleza sigue abriéndose paso. Un lugar donde respirar profundo, ya que posee el aire con mayor calidad de España. Un sitio que te dejará alucinado y en el que te preguntarás ¿por qué no he estado aquí antes?
Todos sabemos que la comunidad extremeña está inundada por la Madre Naturaleza en cada uno de sus rincones, y uno de los aspectos que más destacan radica en sus espectaculares piscinas naturales. Verdaderos regalos para la vista en forma de gargantas y pozas que podrás disfrutar en un entorno completamente natural y bien cuidado. Y para que no te pierdas nada, te mostramos una lista con las cinco mejores piscinas naturales donde poder disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Garganta de los Infiernos (Jerte)
Situada en la zona norte de Extremadura, puede definirse como una de las joyas del Valle del Jerte. Estamos hablando de la Garganta de los Infiernos, también conocida como «Los Pilones». Un lugar en el que merece la pena caminar más de una hora de ruta por un escarpado sendero con el objetivo de poder apreciar de lo que es capaz la naturaleza. Una vez allí, tendrás la oportunidad que zambullirte en unas pozas creadas por medio de la erosión del agua en las rocas y disfrutar de un entorno completamente idílico donde poder relajarte y dejar a un lado el estrés. No pierdas la oportunidad, y aunque el agua esté helada, atrévete a disfrutar al máximo de estos jacuzzis naturales.
Las Piletillas (Garganta la Olla)
Cercana al Monasterio de Yuste, emplazamiento donde se retiró el Rey Carlos V, se encuentra la garganta de «Las Pilatillas». Un lugar perteneciente al pueblo de Garganta la Olla y que está dividida en tres partes: Las Piletillas de arriba, donde existe una amplia zona de baño y un precioso roquedo de formas redondeadas, el Charco Calderón, que cuenta con una preciosa cascada desde la cuál puedes zambullirte, y por último la Pilatilla de Arriba, famosa por su belleza natural y llena de las conocidas marmitas de gigante. Un paraje perfecto en el que pasar la tarde y relajarte escuchando caer el agua por sus rocas.
Garganta de Cuartos (Losar de la Vera)
La Garganta de Cuartos se enmarca como una de las más bellas de la lista. En gran parte gracias a un puente medieval que la atraviesa de lado a lado y desde el que los más arriesgados realizan impresionantes saltos. La erosión que el agua ha hecho en las duras rocas de granito hayan creado un paraje idílico y al alcance de todos. Si buscas una escapada por la Vera, la Garganta de Cuartos es una buena elección.
Casas del Monte (Valle del Ambroz)
Si te decides ha realizar una ruta por el Valle del Ambroz y vas a visitar la piscina natural de Casas del Monte, te aconsejamos que lleves un traje de neopreno porque se sitúa entre las aguas más frías de Extremadura. Una vez que introduces el pie en sus aguas parece quedar petrificado, pero solo tienes que atreverte y disfrutar de la bonita estampa que puede apreciarse en esta piscina natural. Un lugar completamente adaptado al turismo y que cuenta con algunos chiringuitos en los que poder disfrutar de las conocidas migas extremeñas.
El Lago (Jaraíz de la Vera)
Una playa en medio de Extremadura. Es la la frase con la que puede definirse El Lago de Jaraíz, tanto por su inmensidad como por su zona de arena fina. Un entorno recientemente reformado y en el que se ha invertido más de medio millón de euros. Todo ello para que los turistas se encuentren cómodos en un paraje natural que merece la pena visitar. Eso sí, vete un día soleado porque sus aguas serán muy puras, pero también muy frías.