Análisis del capítulo cero de ‘El caso Sancho’

Rodolfo Sancho no sabe cómo defender a su hijo en HBO

El actor se limita a justificar a su hijo alegando que "es muy joven e influenciable".

Sancho
Cartel de 'El caso Sancho' (HBO Max).

Ya se ha estrenado en HBO Max el capítulo cero de El caso Sancho en el que Rodolfo Sancho habla, por primera vez, de su hijo Daniel, detenido en Tailandia por matar y descuartizar a Edwin Arrieta. Visto el episodio se puede sacar una conclusión: el actor no sale bien parado. Ni él ni su vástago. Si hablamos desde el punto de vista de la imagen pública justo el día en el que comienza el juicio, la decisión de hacer un documental no ha sido una gran idea. Es verdad que se trata de un padre intentando defender a un hijo y que no se pueden juzgar comportamientos o emociones en situaciones tan extremas pero, al final, lo que nos viene a decir Rodolfo Sancho es que Daniel se defendió, mató accidentalmente a Edwin y que lo de trocear el cuerpo es casi secundario, consecuencia de la juventud e inmadurez de su hijo. «Tiene una edad en la que es una presa fácil», dice Rodolfo. El muchacho tiene 29 años. Nada más que añadir.

El lunes 8 de abril, HBO Max envió un comunicado de prensa anunciando el estreno, al día siguiente, de El caso Sancho, serie documental sobre Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, detenido en Tailandia en agosto de 2023 por asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, con el que, presuntamente, le unía una relación sentimental y sexual. Este proyecto, producido por Cuarzo (Supervivientes, La isla de las tentaciones), se ha mantenido en secreto y se ha estrenado justo el día en el que comienza el juicio en el país asiático. ¿Estrategia oportunista? Puede, pero ha tenido efecto. La expectación era máxima. Y es que, la docuserie (que se emitirá completa una vez haya sentencia) nos da la primera entrevista de Rodolfo Sancho hablando de su hijo.

Sancho
Cartel de ‘El caso Sancho’ (HBO Max).

Frialdad y excusas

El protagonista de El ministerio del tiempo nunca ha querido tener contacto con la prensa, se ha ido a vivir a Formentera y se ha intentado aislar del mundo. Desde allí es entrevistado y habla de cómo se enteró de la detención de su hijo, de cómo es Daniel y de si conocía su relación con Edwin Arrieta: No sé a ciencia cierta si recibió dinero de Edwing. «Yo sé que no le hacía falta dinero, pero sé que siempre un poco de dinero extra viene bien si quieres hacer ciertas cosas. Pero sí, eso es un error, una trampa. En ese sentido, lo hecho, hecho está», dice el actor para, acto seguido, defender a su hijo alegando que «está en una edad influenciable. En esas edades en las que tienes planes de negocio, eres una presa más fácil». Repetimos, Daniel Sancho tiene 29 años, no 15. Este argumento tan pobre no hace más que arrojar piedras sobre el tejado del acusado.

Rodolfo Sancho.
Rodolfo Sancho.

También habla, Rodolfo, de la relación de su hijo con el asesinado: «Creo que no me contó su relación porque era algo privado y porque tiene 30 años. A esa edad crees que puedes solucionar tus problemas. ¿Quién no tiene una relación tóxica o equivocada? Todo es un aprendizaje. ¿Quién es nadie para juzgar? Aquí nadie tiene ni puta idea de qué va esto de la vida». Pero cuando la periodista le frena y le dice que sí que existe una «responsabilidad individual» en las acciones que cometemos, Sancho recapacita y asegura que «sí» que lo que ha pasado es «terrible».

Daniel Sancho.
Daniel Sancho.

Aparte de la intervención de un par de periodistas especializados en el caso y de algunas imágenes de archivo, todo el capítulo 0 de El caso Sancho se basa en un plano fijo de Rodolfo, reflexionando sobre lo sucedido. Con una actitud que él define como «estable» pero que el espectador puede confundir fácilmente con frialdad, arrogancia e incluso agresividad, el actor no muestra muchas emociones. Se mantiene calmado y no se rompe. Es cierto que no tiene por qué hacerlo, cada uno gestiona sus emociones como sabe y puede, pero, desde un punto de vista de comunicación, aparecer así, por primera vez, puede que no haya sido una gran idea.

El caso Sancho es el equivalente al Sony Xperia Z de Raquel Sánchez Silva -cuando la presentadora, a los dos meses de fallecer su marido en extrañas circunstancias, reapareció ante los medios publicitando un teléfono móvil a la vez que hablaba de su duelo-. Es decir, una estrategia mal ensayada que alimenta la polémica.

«Daniel se defendió»

Rodolfo, en su entrevista, no habla de la madre de su hijo ni de las denuncias por acoso que le ha puesto ella. Se limita, nada más, a defender a Daniel porque es joven e ignorante y dice tener muy claro lo que sucedió aquel día en Tailandia (lo que le ha contado el acusado): «Yo tengo la información real desde el principio. Daniel me contó que este tipo le amenazó y que se defendió de esas amenazas y de un intento de agresión sexual y luego, pues nos cuenta todo lo que fue: la pelea, lo de después de la pelea, el estado de disociación, todo eso. Hablas con psicólogos y te hacen entender que en ese momento de pánico y disociación la razón deja de funcionar, quieres que eso no haya pasado… A mí también me llamó la atención cuando ves que esto no tiene prácticamente pena. Es un año o una multa. Bajo la ley no es un dato importante, entiendo que sea lo más escabroso y lo mejor hubiese sido decir que ha tenido una pelea y ha pasado eso».

No le muestran, a Sancho, las pruebas que demuestran que Daniel podría haber planeado el asesinato (lo de comprar cuchillos, sierras y demás) y no  habla de la actitud del joven tras el crimen (se fue de fiesta). Es, al final, una entrevista masaje que se vuelve en contra del propio actor.

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