Tu perfil de LinkedIn para 2026 no se actualiza solo y así deberías prepararlo
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El inicio de un nuevo año es un buen momento para revisar muchas cosas, y el perfil de LinkedIn debería estar entre ellas. No porque estés buscando trabajo, sino porque es muy probable que otros te estén buscando a ti., pero deberás esforzarte. Esto es lo que debes tener en cuenta para preparar tu perfil de LinkedIn para este 2026.
La foto ya no es un detalle menor
La imagen de perfil es lo primero que se ve y condiciona cómo se percibe el resto del contenido. En 2026 ya no encaja una foto antigua, recortada o excesivamente informal. No hace falta que sea un retrato corporativo, pero sí una imagen actual, con buena luz, fondo limpio y una expresión natural.
La clave es sencilla, que quien vea tu perfil pueda reconocerte sin dudas si mañana coincidís en una reunión o videollamada. Todo lo que se aleje de eso resta más de lo que suma.
El titular debe explicar qué haces de verdad
Uno de los errores más repetidos es usar el titular como si fuera un cargo de empresa. “Consultor”, “Freelance” o “Responsable de algo” dicen muy poco. De cara a 2026 funciona mucho mejor explicar qué haces y para quién, con palabras normales. Un buen titular aclara rápidamente cuál es tu especialidad, qué aportas y en qué terreno te mueves. También ayuda a que tu perfil aparezca en búsquedas reales, no solo en las que tú crees importantes.
El extracto como presentación rápida
El extracto ya no es un bloque largo que nadie lee. Ten en cuenta que se consume sobre todo desde el móvil y conviene que sea directo. En pocas líneas debería quedar claro a qué te dedicas ahora, qué tipo de proyectos te interesan y qué te diferencia.
Escribir en primera persona y con un tono natural suele funcionar mejor que copiar frases de un currículum. No se trata de impresionar, sino de resultar comprensible.
Experiencia profesional con contexto
Hacer una lista de puestos y fechas se queda corto. En cada experiencia conviene explicar qué hacías realmente, con qué tipo de proyectos trabajabas y qué impacto tuvo tu trabajo. No hace falta llenar el perfil de cifras, pero sí aportar algo de contexto.
También es buen momento para revisar experiencias antiguas que ya no encajan con lo que haces hoy. Si algo no te representa, es mejor simplificarlo o actualizarlo.

Habilidades con intención, no por acumulación
Con los años, el apartado de habilidades suele llenarse sin criterio. Para preparar tu perfil de LinkedIn para 2026 conviene hacer limpieza. Elimina habilidades que no aportan valor real a tu perfil actual.
Quédate con las que de verdad definen tu trabajo hoy y asegúrate de que encajan con el titular y la experiencia. Menos habilidades, pero mejor alineadas, suele dar mejores resultados.
Actividad mínima para no parecer ausente
No es obligatorio publicar todas las semanas, pero un perfil completamente inactivo transmite abandono. Comentar de forma razonada, compartir algún artículo propio o interactuar con contenido de tu sector ya suma. En muchos casos, tu actividad habla tanto de ti como el propio perfil.
Pequeños ajustes que marcan la diferencia
Antes de dar por cerrado el perfil, conviene revisar detalles como tu ubicación, los idiomas, la formación o la configuración de disponibilidad laboral. Son ajustes sencillos, pero refuerzan la sensación de perfil cuidado y actualizado.
Por eso, preparar tu perfil de LinkedIn para 2026 no va de reinventarte, sino de asegurarte de que lo que aparece ahí coincide con lo que eres profesionalmente ahora. Y eso, en un entorno cada vez más digital, juega claramente a tu favor.
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