Por qué deberías apagar tu router de vez en cuando (y no solo cuando va mal)


Mucha gente solo se acuerda del router cuando deja de funcionar. Cuando todo va bien, está ahí, encendido día y noche, como si fuera un electrodoméstico más. Pero apagar el router de vez en cuando no solo tiene sentido en momentos de crisis. Hay razones técnicas y de seguridad por las que puede venirte bien hacerlo con cierta frecuencia, aunque todo parezca estar funcionando correctamente.
Más que un reinicio: por qué conviene hacerlo
Igual que reinicias tu móvil o tu ordenador de vez en cuando para despejar procesos, apagar el router tiene un efecto similar, libera la memoria interna, reinicia protocolos de red, actualiza conexiones y puede incluso aplicar cambios pendientes del operador. Muchas veces, los pequeños cortes o la lentitud acumulada vienen de que el router lleva días o semanas sin reiniciar y se va saturando.
No hace falta desconectarlo durante horas. Basta con apagarlo, esperar entre 10 y 30 segundos, y volver a encenderlo. Esa pausa permite que los condensadores se descarguen y que todo arranque de cero, como cuando haces una limpieza técnica sin tocar nada más.
Mejora la calidad de la señal y evita interferencias
Con el paso del tiempo, y especialmente si tienes muchos dispositivos conectados, la red puede saturarse. Algunos dispositivos se quedan enganchados a la red sin soltar recursos, o las direcciones IP se acumulan en conflicto. Al apagar el router, estos pequeños fallos de gestión desaparecen. Al volver a encenderlo, todo empieza desde cero: nueva asignación de IPs, renegociación de canales WiFi y restablecimiento de los protocolos de seguridad.
Esto puede ayudar incluso a mejorar la calidad de la señal WiFi en casas con muchos aparatos conectados o vecinos con redes que se solapan. Un reinicio fuerza al router a buscar canales más limpios, especialmente en las bandas de 2,4 y 5 GHz.
También es una cuestión de seguridad
Otra razón poco comentada para apagar el router de vez en cuando es la seguridad. Muchos routers modernos reciben actualizaciones de firmware automáticas, pero estas solo se aplican tras un reinicio. Si lo mantienes encendido sin interrupciones, puede que estés retrasando parches importantes que corrigen vulnerabilidades.
Además, reiniciar la red reduce la ventana de oportunidad de ciertos ataques persistentes o conexiones sospechosas. No es una defensa absoluta, pero sí una capa más dentro de una buena rutina digital. Como cerrar sesión en apps que ya no usas o borrar archivos temporales, apagar tu router de forma periódica puede ayudarte a mantener una red más limpia y segura.
¿Con qué frecuencia deberías hacerlo?
No se trata de apagar el router cada noche. Pero una vez a la semana o cada dos semanas puede ser una buena práctica para mantenerlo en forma. Si notas que el WiFi va más lento de lo normal, que hay cortes frecuentes o que ciertos dispositivos no se conectan bien, es una de las primeras cosas que deberías probar. También es útil hacerlo después de instalar un repetidor WiFi o un nuevo dispositivo de red, para que todos los equipos sincronicen correctamente con el router principal.
Pequeños gestos, gran diferencia
Y es que apagar el router no es solo una rutina para cuando algo falla. Es una medida sencilla, rápida y eficaz para mantener tu red doméstica funcionando como debe. Y en un mundo donde todo depende del WiFi, desde las reuniones de trabajo hasta las series de la noche, cualquier mejora, por pequeña que parezca, puede marcar la diferencia.