Las peores contraseñas que usamos en España son estas
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Un año más tenemos el listado de las peores contraseñas que pone a nuestra disposición Nordpass en su estudio anual. No vuelve a haber sorpresas, tanto españoles como resto de usuarios de internet del mundo no parecen tomarse demasiado en serio la seguridad de sus cuentas. No te sorprendas, estas son las 20 peores contraseñas que se utilizan en España todavía.
Las contraseñas que no debes usar
No hay que ser un lince para detectar que estas contraseñas no aguantan demasiado ante el ataque de un hacker que lo haga por fuerza bruta. Incluso cualquiera de nosotros podría probar a entrar con alguna de ellas si utilizamos un ordenador de uso compartido. Hay que tener mucho cuidado, la seguridad es algo que no se negocia.
Tal y como podemos ver en las imágenes, cortesía de Nordpass, las contraseñas numéricas ocupan 7 de las 10 primeras, lo que da a entender que muchos usuarios no se complican a la hora de crear una contraseña. Estas tardan menos de un segundo en ser descubiertas, lo que implica una desproteccción total. Sorprende que una de las contraseñas que se encuentra dentro de las 20 primeras es «barcelona», y que hay 2 nombres de persona también, «alejandro» y «andrea»
Cómo crear buenas contraseñas
Actualmente, cualquier sitio de internet nos solicita una contraseña que cumpla los siguientes requisitos:
- 8 caracteres mínimo.
- Una mayúscula, minúscula y un número.
- Ocasionalmente, un carácter especial, como &$%
Hay otros lugares que no son tan estrictos, por lo que vamos a lo fácil siempre. Pero lo mejor es no andar con líos y elegir siempre contraseñas del mimo tipo, que no la misma. Pues vamos a ejemplificarlo para transformar una contraseña corriente en algo fuerte.
Imaginamos, es un ejemplo simple, que te encanta el fútbol. Piensa en un jugador, por ejemplo, Pedri. Aquí tienes un ejemplo fácil de cómo transformar una contraseña débil en algo muy robusto.
Partimos de Pedri. Pues toca poner algunas mayúsculas, por ejemplo, primera y última letra, para que sea PedrI Esa ya es una primera capa de seguridad, pero no es suficiente.
Veamos cómo podemos robustecerla, vamos a poner una secuencia de números. Que nunca sea tu año de nacimiento ni el PIN de tu tarjeta, sino unos números que puedas asociar a algún hecho relevante que conozcas. ¿La fecha de la batalla de las Navas de Tolosa? ¿La de las olimpiadas de Barcelona? Vale, pues vamos a encajarla en nuestra contraseña, pero troceada, al principio y al final, tal que así:
19PedrI92
Pero sigamos, toca algún carácter. Pues vamos a cambiar la e por una @ y la r por una gran aliada en las contraseñas, la letra ñ. Nos quedará así:
19P@dñI92
Ya tienes una contraseña robusta, fácil de recordar y que puedes aplicar en cualquier lugar. Esta patrón, o alguno similar, puede servirte para hacer de tus contraseñas algo más seguro. O bien, si no te apetece calentarte la cabeza, recurrir a gestores de contraseñas que se encargan de sugerirte claves seguras y las almacenan en la nube para que las tengas siempre disponibles.
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