No necesitaba un nuevo ordenador, necesitaba un Mac mini M4
La idea de hacerme con un Mac mini con chip M4 estaba rondando mi cabeza para saber leído gran cantidad de artículos de opinión y visionado múltiples vídeos en YouTube sobre este dispositivo. Hasta ese momento, mi iMac M1 de 2021 había cumplido perfectamente con mis necesidades y de hecho podría seguir siendo, pero una configuración de ocho gigas de memoria RAM se antojaba algo insuficiente para tareas muy concretas. Tras dos días utilizando el nuevo Mac mini M4, estas son mis primeras sensaciones.
Un nuevo concepto en mi escritorio
Tal y como he comentado, la idea de cambiar no surgió porque mi iMac fallara o se quedara corto en rendimiento. Al contrario, estaba satisfecho con él y se trata de un dispositivo que ha quedado totalmente amortizado. Pero había dos cosas que necesitaba, una pantalla de mayor tamaño y un plus de empuje en cuanto a memoria RAM y potencia.
Así que me decidí a vender mi iMac y utilizar ese dinero para comprar el nuevo ordenador. Ya contaba con una buena pantalla, así como un ratón y un teclado inalámbrico. Obviamente, vender un dispositivo Apple a un precio interesante no me llevó demasiado tiempo, y una vez hecho, aposté por el nuevo dispositivo en su configuración más básica.
Se trata de un equipo que es toda una oda al minimalismo tecnológico, algo a lo que doy mucho valor. Un dispositivo que no llega al kilo de peso y que tampoco alcanza los 13 cm de ancho. De hecho, solamente hay que echar un vistazo a la comparación de tamaño con el iPhone 16 Plus.
La experiencia del chip M4
El salto del chip M1 al M4 se puede apreciar desde el momento en el que arranca el equipo, está listo para trabajar de manera inmediata. Aunque el M1 ya era rápido, el M4 lleva todo al siguiente nivel. Aplicaciones que se abren al instante, multitarea muy eficiente y un movimiento general que es toda una delicia. Con mi antiguo equipo, editar una fotografía de tamaño elevado ya se estaba complicando en algunas ocasiones. El equipo se quedaba pensando durante unos segundos y ejecutar esta tarea de manera regular hacía que la hucha del tiempo se fuese llenando. Y no, no estoy precisamente en disposición de que el tiempo me siga comiendo.
¿Por qué un Mac mini?
Lo que realmente me convenció fue su versatilidad. A diferencia del iMac, el Mac mini M4 me permite elegir la pantalla que quiero usar, en mi caso, esa olvidada que estaba encima de una mesa sin uso. También puedo conectarlo a varios monitores si lo necesito en el futuro. Haciendo una comparación, algo cursi, es como tener un lienzo en blanco para personalizar mi espacio de trabajo.
Como ya me pasaba con el antiguo equipo, no hay el mínimo rastro de sonido de ventilador ni nada que se le parezca. Aunque todavía no he analizado el producto en profundidad, así que me he animado a realizar una prueba de lectura y escritura en disco y la velocidad es excelente.
Particularmente, creo que el principal atractivo del Mac mini M4 es su precio tan bajo. Para una persona como yo, que no necesita un equipo con unos requerimientos demasiado elevados, este ordenador es pura ambrosía. Si te ocurre como a mí, que ya tienes una pantalla y los accesorios y deseas disfrutar de un dispositivo de alta calidad, creo que esta es la opción perfecta.
Pero hay más, porque si en algún momento deseo conectarlo a una televisión o llevármelo a otro lugar para trabajar, cabe perfectamente en el equipaje. Es que te puedes permitir el lujo de trabajar con él desde la habitación de un hotel conectándolo directamente a la televisión.
Es obvio que el nuevo Mac mini M4 quizás no sea un ordenador para todos, lo que tengo muy claro es que se trata de lo que realmente necesitaba. Pero es que sus 719€ de precio dan demasiado de sí.
Temas:
- Apple