Investigadores de EEUU crean la primera cámara digital que no necesita lentes
Seguro que te cuesta imaginar una cámara digital que no usa lentes, cuando hasta nuestros ojos necesitan una, el cristalino, para dirigir la luz correctamente hacia tu retina, que sería básicamente como el sensor de una cámara digital. Pues bien, investigadores del Instituto de Tecnología de California, un instituto de investigación y ciencia situado en la ciudad de Pasadena, en EEUU, aseguran haber desarrollado el primer sensor de imagen que no necesita lentes, lo que significa que un día podría construirse una cámara digital mucho más plana y delgada de lo que hoy es posible con la tecnología convencional de lentes y sensores.
El sensor se denomina “optical phased array” o “matriz óptica en fase” y al parecer cada elemento es capaz de discernir o aislar la luz que viene en la dirección correcta desde el objeto y conseguir una imagen sin necesidad de que una lente ordene la luz hacia el sensor. El sensor introduce un retardo de un cuarto de microsegundo en distintas partes del chip para realizar este proceso que es similar (aunque al contrario) al que utilizan los arrays de comunicaciones para enfocar las señales de radio.
Los investigadores describen el sistema explicando: “Lo que hace la cámara es similar a mirar a través de una paja fina y escanearla a través del campo de visión. Podemos formar una imagen a una velocidad increíblemente rápida manipulando la luz en vez de mover un objeto mecánico.”
A pesar de lo prometedor del invento, de momento se ha conseguido construir un sensor bastante primitivo, con una matriz de 8 x 8 y tan sólo 64 píxeles de resolución, pero es suficiente para probar que el concepto al menos funciona, y en el Instituto de Tecnología de California son optimistas con respecto al futuro de este desarrollo, del que dicen “tiene infinitas aplicaciones”. Por otro lado, aunque la resolución de este sensor es muy baja, merece la pena recordar que los primeros sensores de imagen (sensores CCD), inventados en los años 70 tenían también resoluciones ridículas y ahora pueden alcanzar decenas de megapíxeles en los smartphones y hasta más de 100 MP en las cámaras profesionales.