NAVARRA

El okupa marroquí que mató a la hija de su casero tenía antecedentes por abusos a una menor

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El okupa marroquí que ha matado a la hija de su casero en Pamplona.
Ángel Moya

Hasta 12 antecedentes previos tiene Yahya Mazouri, el okupa marroquí que ha matado por venganza a la hija de su casero en un local de Pamplona, Navarra. Uno de ellos por tentativa de agresión sexual a una menor de edad. También por amenazas y coacciones a la víctima y a su padre, además de detenciones por agresión a su casero, allanamiento de morada y chantaje. El dueño del local que alquilaba las habitaciones intentó echarle por la vía legal y el okupa reaccionó asesinando brutalmente a la hija de su casero que ocupaba una habitación en el mismo local comercial de Pamplona.

Yahya Mazouri es un viejo conocido de la Policía Nacional con varios casos abiertos. El año pasado le sorprendieron robando en varios vehículos y recibió una paliza que le envió al hospital. También le detuvieron días antes del crimen y volvió a salir en libertad. Su casero le denunció por allanamiento de morada el domingo pasado  para iniciar los trámites de desahucio y a cambio el okupa agredió al casero y a su pareja.

Isidro, el dueño del local de las habitaciones, amplió la denuncia contra el okupa marroquí el pasado lunes 7 de octubre con el apoyo de otros inquilinos. Unas horas después, el okupa le envió audios amenazantes y ya de madrugada asaltó la habitación de la hija de Isidro y la mató sin piedad.

«Si decís algo os hago lo mismo»

Cuanto se aseguró de que Kayle Villar, de 20 años, no sobreviviría al ataque, el okupa se dirigió al resto de los inquilinos que residían en otras habitaciones paneladas  del local comercial,  y les amenazó con claridad: «Si decís algo, os hago lo mismo».

Sin embargo, al llegar la Policía Municipal y aporrear la puerta preguntando qué había ocurrido, uno de los inquilinos se atrevió a gritar «la ha matado», permitiendo que la Policía pudiera entrar en el local comercial sin orden judicial al escenario del crimen tras entender que se estaba cometiendo algún delito en el interior.

«Se podía haber evitado»

«Se podía haber evitado», denuncia Isidro Villar, el padre de la joven asesinada. Isidro nos comunica que está seguro de que se trata de una venganza del okupa por intentar echarle. De hecho, Isidro llegó a cambiar el bombín de la habitación del okupa y este le amenazó con denunciarle por coacciones, algo que la Ley permite en España.

Entre tanto, el resto de inquilinos, incluida la hija de Isidro, vivían en un régimen de terror bajo las amenazas del okupa. Los demás ponían el candado de su habitación incluso para ir a la cocina o al baño. Isidro había pedido una orden de alejamiento, pero no lo consiguió. Días después el okupa mató a su hija. Un asesinato vil sin darle la posibilidad de defenderse a la joven Kayle. En las próximas horas pasará a disposición de la autoridad judicial.

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