El conductor de autobús que mató a un conductor en Aravaca se negó a socorrer a su víctima

Minutos después de que el autobús atropellara a la víctima, uno de los pasajeros se levantó y le pidió que detuviera el vehículo. El conductor le preguntó si el atropellado se había levantado o seguía en el suelo y el pasajero le dijo que seguía en el suelo y parecía grave, pero el conductor arrancó y continuó su trayecto hasta dejar el autobús en las cocheras y marcharse a su casa. Allí le detuvo el pasado domingo la policía.

Hoy el juzgado 39 en funciones de guardia ha puesto en libertad con cargos al conductor, Ángel H. de 56 años. La juez le mantiene como investigado por un supuesto delito de homicidio por imprudencia grave y omisión del deber de socorro, aunque es una calificación inicial que variará  según avance la investigación judicial del caso que llevará el juzgado 26 tras la inhibición del juzgado de guardia de detenidos. Entre tanto, la juez le ha impuesto las medidas cautelares de acudir al juzgado cada quince días, la retirada del pasaporte, prohibición de salida del país y retirada del permiso de conducción.

Según la investigación de los hechos que acaba de arrancar, el conflicto entre el conductor de autobuses y el conductor del vehículo se originó después de que el autobús de la línea 656A rozara el coche de la víctima alrededor de las 14:00 en la localidad madrileña de Aravaca. El conductor del autobús hizo caso omiso de los pitidos y advertencias del conductor para que se detuviera a dar parte del accidente hasta que unos metros más adelante aprovechando el momento en que se detenía el autobús, el conductor del turismo se acercó a pie hasta la ventana del autobús y golpeó la ventanilla del conductor exigiéndole que respondiera del accidente. Lejos de hacerlo, el conductor giró repentinamente el autobús hacia su izquierda atropellando mortalmente a la víctima con la parte trasera del autobús mientras el hijo de 9 años de la víctima contemplaba horrorizado la muerte de su padre.

De nada sirvieron los gritos de los pasajeros del autobús. Incluso, como ha podido saber OKDIARIO, uno de ellos se levantó y recriminó el atropello al conductor exigiéndole que se detuviera para socorrer a la víctima. El conductor le preguntó si la víctima se había levantado del suelo y ante la respuesta negativa del pasajero, metió primera y siguió su camino hasta terminar el recorrido y dejar el autobús en las cocheras. Luego se fue a su casa mientras la policía intentaba determinar cual de los tres conductores de la misma línea de autobuses, dos hombres y una mujer, que circulaban por la zona esa tarde era el responsable del atropello mortal.

El conductor le dijo a los policías del patrulla de los Grupos de Atención al Ciudadano (GAC) que él no era el responsable del atropello pero los restos biológicos de la víctima que la policía encontró bajo el tren trasero de su autobús le señalaban sin lugar a dudas. El GPS del autobús confirmó la hipótesis policial. Los policías especialistas de homicidios tampoco creen que el conductor del autobús no se diera cuenta de que había atropellado mortalmente a la víctima. El relato de los testigos echa por tierra su versión.