‘La casa de los horrores’ de Oviedo: la jaula de 2 niños secuestrados por sus padres por estar «enfermos»
Así es la vivienda en la que el matrimonio alemán tenía encerrados a sus hijos entre excrementos


Ha sido durante años una habitación del pánico para tres niños de 8 y 10 años: se trata de la conocida como la casa de los horrores de Oviedo (Asturias), la vivienda en la que un matrimonio alemán secuestró a sus hijos durante casi 4 años, empeñada en que los menores «están enfermos». Los pequeños, dos gemelos y su hermano, han estado encerrados desde diciembre de 2021, cuando toda la familia llegó a España.
El nombre se lo ha dado la propia Policía Local, que declaró haber «desmantelado la casa de los horrores». Los policías entraron en ella el pasado lunes, poco antes del apagón masivo que vivió España, sin saber que estaban cruzando la puerta de una espantosa prisión.
La Policía Local se personó en la vivienda en el marco de una operación iniciada el 14 de abril, después de que una vecina llamara al Ayuntamiento para comunicar sus «sospechas» de que en la casa vivían niños que no iban al colegio. Indicó que había escuchado sus voces, pero que nunca salían al exterior.
Partiendo de esa denuncia, la policía comenzó un seguimiento en el que comprobaron que las cajas de los pedidos de la compra eran demasiado grandes para alimentar a una sola persona. Era para lo único que el padre abría la puerta, para recoger el pedido de la compra. De hecho, varias vecinas confesaron que nunca vieron a nadie más en la vivienda.
Cómo es ‘la casa de los horrores’ de Oviedo
Una vez allí, tras el umbral de la puerta principal, los policías se encontraron con un hombre descalzo y desaliñado. Cuando les dejó pasar, les hizo esperar para ponerles a sus hijos mascarillas, después de pedir a los agentes que ellos también las usaran y guardaran las distancias con los niños. Era el padre, que es doctor en Filosofía y trabajaba desde casa.
Los niños no llevaban una mascarilla puesta, sino tres cada uno de ellos, y estaban visiblemente sucios, en pijama. También había en la vivienda un gato con el pelo largo y enredado y con un gran tumor.
Tampoco tenían zapato alguno con el que calzarlos para ir al hospital en el que los atendieron porque los últimos que les compraron, en 2019, ya no eran de su número.
Niños enfermos, según el matrimonio alemán
Los hermanos llevaban pañales a pesar de su avanzada edad para ello. Se mostraron todo el tiempo temerosos, sin despegarse de su madre, como si todo les resultara extraño. Ésta insistió de manera constante en que tenían «graves patologías», al mismo tiempo que evitaba que los agentes se les acercaran.
En cuanto a los gemelos, dormían en una misma cuna que ni siquiera tenía patas. La habitación era claustrofóbica, sin luz y sin ningún tipo de ventilación, con las ventanas cerradas todo el tiempo para que no se percibiera su presencia desde el exterior. Han vivido durante casi 4 años rodeados de excrementos, con una casa en la que la cantidad de suciedad y basura era tal que impedían apreciar otros detalles.
El matrimonio alemán, de 53 y 48 años, intentó justificar el encierro de los niños, cuya existencia habían ocultado todo el tiempo que llevaban en España, argumentando que los mantuvieron en casa para evitar que su «muy delicada salud» fuera a peor, que sólo querían «protegerlos». Añadió que, una vez que había pasado algún tiempo, continuaron encerrados porque les daba miedo que se descubriera su situación irregular en el país.
Sólo con un primer vistazo, los trabajadores de los servicios sociales pudieron apreciar que los 3 hijos presentaban un estado de «desatención grave». También presentaban problemas de coordinación, como se pudo observar cuando salieron de casa. Sin embargo, no había ni rastro de ninguna enfermedad -al menos diagnosticada- en los informes médicos que los agentes localizaron. Eran todos de Alemania, los últimos con fecha de 2019.
Ahora, los servicios de la Dirección General de Infancia y Familia de Asturias gestionarán las pruebas que dictaminen las secuelas físicas y psicológicas que puedan tener los menores.