Save the Children vuelve a ponernos en la piel de los niños refugiados
Fue la última vez que toda su familia le cantaba cumpleaños feliz porque estallaba una hipotética guerra en Gran Bretaña.
Dos terroríficos años después, Lily, ya con 11, sólo tiene a su madre y un peluche de regalo. Malvive en un campo de refugiados, soporta la violencia y los abusos y acaba huyendo del horror de las bombas. Desesperada, se separa de su madre para cruzar al continente. Una peligrosa travesía a la que sobrevive. Aún tiene que sufrir el rechazo de otros países y los cierres de las fronteras.
La organización Save the Children nos lleva hasta su nuevo cumpleaños con este video ficticio para mostrarnos los ojos más tristes de una cruda realidad.
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