Santoral

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 8 de agosto de 2025?

santos 8 agosto
San Domingo de Guzmán.
Blanca Espada

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 8 de agosto de 2025? En este día, la Iglesia católica celebra a varios hombres que, desde distintas épocas y lugares, dejaron una huella indeleble en la historia del santoral. Sus vidas no son solo parte del calendario litúrgico, sino también un legado de fe y servicio al prójimo. Entre ellos destaca de forma muy especial Santo Domingo de Guzmán, un nombre que resuena con fuerza en la historia eclesiástica de Europa y América. Fundador de la Orden de Predicadores (los dominicos), su vida fue una constante búsqueda de la verdad, la palabra justa y la acción misionera.

A él se suman San Altmano de Passau, reformador del clero en el centro de Europa en tiempos convulsos, y San Emiliano de Cízico, mártir de la resistencia contra la iconoclasia en el Imperio Bizantino. Tres historias unidas por la fidelidad a sus principios y la defensa de su fe. Hoy queremos detenernos un momento para recordar quiénes fueron, qué hicieron y por qué siguen siendo figuras de referencia así que conocemos sus historias al detalle además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.

Santo Domingo de Guzmán

Nacido en 1170 en Caleruega, en el corazón de Castilla, Santo Domingo de Guzmán vivió una infancia marcada por el entorno familiar profundamente religioso. Hijo de Félix de Guzmán y de la beata Juana de Aza, desde muy pequeño mostró un carácter inclinado al estudio y a la vida espiritual. Su educación, primero bajo la tutela de su tío arcipreste y luego en Palencia, le permitió desarrollar una formación sólida en filosofía, teología y Sagrada Escritura. No fue un niño prodigio al uso, sino alguien que forjó con paciencia su camino hacia una vocación que le transformaría para siempre: la predicación.

Tras ser ordenado sacerdote, su vida dio un giro definitivo cuando acompañó al obispo de Osma a Dinamarca. Aquellos viajes le permitieron ver de cerca las necesidades de la Iglesia y la amenaza que representaban las herejías, especialmente la de los cátaros en el sur de Francia. Allí surgió su deseo de fundar una orden que respondiera, no con espada ni imposiciones, sino con palabra clara, doctrina bien fundamentada y ejemplo de vida. Así nació en 1216 la Orden de Predicadores, aprobada por el papa Honorio III. Desde entonces, los dominicos se convirtieron en referentes de predicación, estudio y misión.

La vida de Domingo no estuvo exenta de sacrificios ni de milagros. Rechazó tres obispados para seguir fiel a su vocación itinerante. Fue un hombre austero, entregado al ayuno, al estudio y a la comunidad. La tradición cuenta que recibió de la Virgen María el Rosario como instrumento de conversión y oración. Murió en Bolonia en 1221, con solo 50 años, y fue canonizado poco después. Su legado, sin embargo, no murió con él: lo encontramos hoy en universidades, misiones y comunidades dominicas repartidas por todo el mundo. Su fiesta se celebra el 8 de agosto, aunque en algunos lugares, como Pulgar o Comitán, aún se mantiene el 4 de agosto como fecha tradicional.

San Altmano de Passau

En pleno siglo XI, cuando Europa se debatía entre luchas de poder y reformas eclesiásticas, San Altmano de Passau supo mantener una línea firme entre la fe y la justicia. Nacido en una familia noble de Sajonia entre 1013 y 1020, su carrera eclesiástica comenzó como canónigo en Aquisgrán y capellán imperial. Su inteligencia y compromiso le llevaron a ser nombrado obispo de Passau en 1065, una diócesis que transformó desde dentro con un enfoque profundamente reformista.

Fundó monasterios como el de San Nicolás de Passau y el de Göttweig (este último, uno de los más importantes de Austria), pero su obra no se limitó a lo material. Fue uno de los grandes impulsores de la reforma gregoriana, una corriente que buscaba limpiar a la Iglesia de prácticas corruptas, promover la vida monástica auténtica y asegurar la independencia del poder espiritual frente al político. Esta postura le enfrentó directamente con el emperador Enrique IV durante la conocida Querella de las Investiduras, una crisis entre la autoridad papal y el poder imperial.

Altmano fue exiliado, su ciudad destruida, y su diócesis arrebatada. Pero ni el destierro ni las amenazas lograron silenciar su voz ni romper su espíritu. Continuó apoyando al papa Gregorio VII desde la periferia y logró convertir al duque Leopoldo II de Austria en aliado de la reforma. Murió en 1091 en Zeiselmauer y fue enterrado en la abadía de Göttweig. Aunque nunca fue oficialmente canonizado, su figura es venerada como santo por su compromiso inquebrantable con la verdad y la justicia eclesiástica. Hoy, 8 de agosto, se le recuerda como uno de los obispos reformadores más valientes de su tiempo.

San Emiliano de Cízico

La historia de San Emiliano de Cízico nos transporta al convulso siglo IX en el Imperio Bizantino, cuando la iconoclasia dividía a la Iglesia oriental entre quienes defendían el culto a las imágenes y quienes lo rechazaban. Emiliano era monje y fue ordenado obispo de Cízico en el año 787. Años después, en 815, participó activamente en el sínodo convocado por el emperador León V, donde se les exigía a los obispos rechazar el uso de imágenes en el culto cristiano.

Emiliano, fiel a la tradición ortodoxa, se negó. No solo no obedeció las órdenes imperiales, sino que defendió públicamente el valor espiritual y pedagógico de las imágenes sagradas. Como consecuencia, fue exiliado, y su sede quedó vacante. Murió en algún momento del exilio (posiblemente en el año 820) y, aunque los detalles de su muerte permanecen en la penumbra, su memoria quedó viva entre los fieles.

Otros santos que se celebran el 8 de agosto

Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:

  • San Eusebio de Milán
  • San Famiano de Galese
  • San Marino de Anazarbe
  • San Mummolo de Burdeos
  • San Pablo Ke Tingzhu
  • San Severo de Vienne
  • Beato Antonio Silvestre Moya

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