¿Qué santos se celebran hoy, sábado 6 de abril de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 6 de abril de 2024? La Iglesia católica conmemora en este día a un buen número de santos y beatos entre los que se encuentra san Ireneo de Sirmio , obispo en el siglo IV o Santa Gala de Roma, que vivió en el siglo VI.

Además, en este día se conmemora también a otros obispos que fueron canonizados, como San Prudencio de Troyes. Conozcamos entonces la vida de estos santos y de otros que se celebran hoy sábado 6 de marzo.

San Ireneo de Sirmio

Se cuenta la historia de los sufrimientos y la muerte de san Ireneo, obispo de Sirmio, en las actas de su martirio. Aunque los detalles no son completamente confiables, parecen estar basados en hechos históricos reales.

En aquel entonces, Sirmio era la capital de Panonia, ubicada en el lugar de la actual Mitrovica, a unos 65 kilómetros al oeste de Belgrado. San Ireneo era una figura destacada en ese lugar, incluso antes de ocupar el cargo de obispo. Durante la persecución de Diocleciano, fue encarcelado como cristiano y llevado ante Probo, el gobernador de Panonia. Cuando se le ordenó que ofreciera sacrificios a los dioses, él se negó rotundamente, afirmando que prefería sufrir tormentos antes que renunciar a su fe.

A pesar de las súplicas de sus seres queridos, incluyendo su madre, esposa e hijos, Ireneo se mantuvo firme en su decisión. Fue sometido a torturas y llevado a juicio en dos ocasiones, pero nunca cedió. Finalmente, se le condenó a ser decapitado y luego arrojado al río.

La narración de la muerte del mártir, originalmente escrita en griego, ha sido incluida en la colección de «Acta Sincera» por Ruinart.

La valentía y la firmeza de san Ireneo en su fe cristiana son un ejemplo inspirador para todos nosotros. A pesar de enfrentar tormentos y la muerte, no renunció a sus creencias. Su legado perdura como un testimonio de convicción y sacrificio por aquello en lo que creía.

La historia de san Ireneo nos recuerda la importancia de mantenernos fieles a nuestros principios, incluso en los momentos más difíciles. Su resistencia ante la adversidad es un recordatorio de la fuerza que puede brindar la fe en tiempos de persecución y sufrimiento.

Santa Gala de Roma

Santa Gala, originaria de Roma, era descendiente de Q. Aurelio Memmio Simmaco, distinguido senador y asesor de larga data del Rey Teodorico, quien finalmente lo ejecutó en Ravenna en el año 525, basándose en acusaciones infundadas de traición. Santa Gala fue unida en matrimonio a un joven patricio, cuyo nombre no ha trascendido. Tras enviudar al año de casada y frente a los intentos de volverla a casar, optó por dedicar su vida a Dios, inicialmente a través de la realización de actos de misericordia y luego retirándose a un monasterio cercano a la Basílica de San Pedro.

San Gregorio Magno relata que Gala vivió muchos años “con un corazón puro, entregada a la oración y otorgando generosas donaciones a los necesitados”. La elección de la joven viuda de consagrar su vida de esta manera resonó profundamente en Roma y sus historias alcanzaron lugares distantes. Desde Cerdeña, donde estaba exiliado por segunda vez, San Fulgencio de Ruspe, quien había conocido a la familia de Gala durante su estancia en Roma, le escribió una emotiva carta, prácticamente un tratado de veintiún capítulos, reafirmándola en su decisión y ofreciéndole consejos espirituales.

Santa Gala tuvo una visión antes de su muerte en la que el Apóstol San Pedro la invitaba al cielo. Basándose en este suceso, San Gregorio Magno argumenta en el cuarto libro de sus Diálogos la posibilidad de demostrar la inmortalidad del alma a través de las visiones de seres excepcionales. La tradición cuenta que, durante una de sus labores benéficas, se le apareció la Virgen María, un evento milagroso que se conmemora en una pintura del siglo XI en la iglesia de Santa María en Portico en Campitelli. La festividad que celebra estas apariciones se observa en Roma el 17 de julio, mientras que el Martirologio Romano la recuerda el 5 de octubre. A mediados del siglo XVII, M. A. Anastasio Odescalchi fundó en Roma un hospicio bajo la advocación de Santa Gala con la aprobación de Inocencio XI, donde Juan B. De Rossi desarrolló su labor durante muchos años. En 1940, se estableció una iglesia parroquial en honor a Santa Gala.

San Prudencio de Troyes

Considerado como el primer polemista español, Prudencio, posiblemente de origen pirenaico, abandonó su tierra natal huyendo de la invasión musulmana y encontró refugio y éxito en la corte carolingia. Destacó como historiador, teólogo, obispo y santo, llevando la tradición isidoriana más allá de los Pirineos y manteniendo siempre su orgullo por su herencia española, como lo evidencia su evangeliario, donde celebra su origen celtíbero.

En Troyes, Prudencio brilló por su conocimiento de la Sagrada Escritura y por su defensa de la fe, enseñando a orar con los salmos y divulgando ética cristiana a través de sus escritos. Reunió una vasta biblioteca que reflejaba su erudición, destacando autores como Gregorio Magno, Isidoro de Sevilla y San Agustín. Participó activamente en las disputas teológicas de su época, destacándose en debates sobre predestinación y libre albedrío, donde demostró su habilidad discursiva y su equilibrio entre la razón y la caridad.

Su influencia llegó a ser tan significativa que sirvió como capellán y consejero de figuras reales como Ludovico Pío y Carlos el Calvo. En Troyes, fue venerado como santo tras su muerte, recordado por su celo por la fe y su capacidad para unir firmeza intelectual con la compasión de un padre.

Otros santos que se celebran en este 6 de abri

Junto a los mencionados, en este 6 de abril se celebra también a estos otros santos:

• san Eutiquio de Constantinopla, obispo (582).
• san Winebaldo de Troyes, abad (c. 620).
• san Metodio de Velehrad, obispo (885).
• beato Notkero Bálbulo, monje (912).
• san Filarete de Aulina, monje (1070).
• san Guillermo de Eskyll, abad (1203).
• san Pedro de Verona, presbítero (1252).
• beata Catalina de Palancia, virgen (1478).
• san Pablo Lè Bao Tinh, presbítero y mártir (1857).
• beato Ceferino Agostini, presbítero (1896).
• beato Miguel Rúa, presbítero (1910).
• beato Miguel Czartoryski, presbítero (1944).
• beata Petrina Morosini, virgen y mártir (1957).