Un mes después del derrumbe de Zaldibar, los familiares de los trabajadores denuncian que los cuerpos continúan sepultados
Se cumple hoy un mes del derrumbe de Zaldibar. El 6 de febrero, el vertedero en el que trabajaban se vino abajo. Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze no tuvieron tiempo para ponerse a salvo. Los dos trabajadores de Verter Recycling quedaban atrapados bajo toneladas de escombros. De inmediato, se puso en marcha un operativo de búsqueda. Comenzó a trabajar la unidad canina. Pasaban las horas y el dispositivo no solo no daba resultado sino que se suspendía tras localizar grandes cantidades de amianto en el terreno, una sustancia cancerígena.
Todo se paralizó, se precintó la maquinaria, los miembros del equipo de rescate debían deshacerse de toda la ropa que llevaran puesta. Y al día siguiente: un nuevo obstáculo. Los escombros entraron en combustión y se produjo un incendio que contaminó el aire y puso en peligro a toda la población durante más de 10 días. Actualmente, los operarios estabilizan la ladera para poder trabajar con seguridad. Los cuerpos de Alberto y Joaquín continúan desaparecidos.
La familia de los desaparecidos denuncia que las labores que se están llevando a cabo son insuficientes. La búsqueda se prolonga y los familiares se han cansado de «observar el espectáculo de la política y de ver cómo se acusan unos a otros en plena precampaña electoral.» Este viernes esta prevista una marcha en Zalla para denunciar la situación. También está convocada este sábado una marcha silenciosa en recuerdo a los desaparecidos.
Temas:
- Accidente laboral
- País Vasco