Las minas cobrizas de Río Tinto se convierten en Marte durante dos semanas

Las minas cobrizas de Río Tinto se convierten en Marte durante dos semanas
La presencia en las minas de Rio Tinto de minerales que también se han encontrado en la superficie de Marte, la convierten en una zona perfecta para ensayos del proyecto MOONWALK (Foto: INTA-CAB)
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
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A partir de hoy, 15 de abril, el paraje del Río Tinto, en Huelva, se convertirá en el Planeta Rojo del Sistema Solar hasta final de mes. Se ha escogido el paraje andaluz para realizar una serie de ensayos de exploración marciana, dentro del proyecto MOONWALK, para el desarrollo y mejora de las técnicas para que un equipo astronauta-robot realice actividades extravehiculares en cooperación.

La zona de la cuenca minera de Río Tinto presenta característicos colores rojizos y amarillentos debido a la elevada presencia de compuestos de hierro y azufre, como la jarosita, un mineral que también se ha encontrado en Marte. Es por ello, entre otros motivos, por lo que este análogo marciano ha sido elegido en numerosas ocasiones para la realización de campañas, como la que ahora llevará a cabo MOONWALK.

Aunque en Marte aún no se haya descubierto agua, las minas de Rio Tinto guardan semejanza con la superficie del Planeta Rojo. (Foto: INTA-CAB)

El Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), a través del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), es la institución española involucrada en este proyecto internacional y la encargada de coordinar los ensayos en Río Tinto, además de dirigir las actividades científicas.

«Lo que aprendamos en esta campaña será extrapolable a la que se desarrollará posteriormente en Marsella (Francia), porque al fin y al cabo, las actividades extravehiculares van a ser similares», ha comentado el director de la campaña en Río Tinto y responsable científico en MOONWALK, Víctor Parro.

En el caso de Marsella, se realizarán ensayos bajo el mar, simulando condiciones de baja gravedad, como si se realizaran actividades extravehiculares en la superficie lunar. Ambas campañas se seguirán en tiempo real desde el Centro Internacional de Control de la Misión, en Zaventem (Bruselas, Bélgica).

El fondo del mar emula la superficie de la luna por su baja gravedad. (Foto: Comex)

Cabe destacar que los ensayos pondrán por primera vez a prueba diversos sistemas y equipos: se usará la comunicación gestual entre el astronauta y el robot, el rover de exploración YEMO; el traje espacial Gandolfi 2 servirá para los ensayos en ambos ambientes; y se probará el prototipo de hábitat desplegable para exploración de ambientes extremos SHEE (Self-deployable Habitat for Extrem Environments), resultado de otro proyecto europeo.

Su misión: rastrear vida microbiana

MOONWALK se inició hace tres años. Se trata de un proyecto del Séptimo Programa Marco (FP7) de la Unión Europea y tiene como objetivo comparar diferentes modalidades de equipos astronauta-robot y astronauta-astronauta en el desempeño de múltiples tareas, usando como escenarios operativos dos ambientes análogos de Marte y la Luna, Río Tinto y el fondo marino de la costa de Marsella, respectivamente.

Asimismo, durante la campaña en Río Tinto, el Centro de Astrobiología contribuirá con dos instrumentos científicos: SOLID (Signs Of LIfe Detector) y uno de los prototipos del RLS (Raman Laser Spectrometer) diseñados para la misión ExoMars2018 de la Agencia Espacial Europea (ESA). El objetivo de estos instrumentos es la detección de rastros de vida microbiana. SOLID detecta biomoléculas procedentes de microbios y RLS pigmentos y minerales.

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