El ex amante de Maje la incrimina directamente en el asesinato de su marido: «Me dijo que no fallara»
Salvador R.L., ex amante de María Jesús M.C., conocida como Maje, ha incriminado a la acusada en el crimen de su marido en un garaje del barrio valenciano de Patraix en 2017: «Ella me pidió que lo matara (…) Me dijo que no fallara». Salva y Maje tienen versiones contradictorias de lo que ocurrió aquél 16 de agosto de 2017 cuando murió Antonio, el marido de ella, de seis puñaladas y sin posibilidad de defenderse. Hoy declaran ante el jurado popular que les juzga, compuesto por nueve personas, y el primero en hacerlo ha sido él, quien ha confesado el crimen y ha señalado a Maje como ideóloga.
Pasados diez minutos de las 10 horas, primero ha llegado Maje a la vista, con semblante serio, y le ha seguido Salva, de 50 años. Tras intercambiar unas palabras con sus correspondientes letrados, el tribunal ha llamado a Salva a declarar y el interrogatorio ha arrancado con dos preguntas del fiscal: «¿Mató usted a Antonio?», «¿Lo mató de acuerdo con la acusada y con la participación de ella?». Ha contestado que «sí» en ambos casos.
Salva, para quien el ministerio fiscal pide 18 años de prisión por un delito de asesinato y la acusación particular 20, ha explicado que conoció a Maje en el trabajo a mediados de 2015, él era auxiliar y ella enfermera y coincidieron en un hospital valenciano, y a partir de septiembre comenzaron una relación pese a que él estaba casado. «Era una relación constante y habitual, tanto amistosa como sexual», ha explicado visiblemente nervioso.
El acusado era conocedor de que Maje tenía una relación con Antonio y de que se iba a casar con él –durante esos meses cortaron–. También de que previamente tuvo otra relación con Tomás. Tras el enlace de la acusada, volvieron a verse un día para comer, retomaron su relación y ella le comenzó a contar que no estaba bien con su marido, que discutían mucho y la controlaba.
Un día ella le explicó que unos compañeros de trabajo de su marido habían tenido un accidente mortal y le comentó que «ójala le hubiera ocurrido a Antonio», ha afirmado. A partir de ahí, el acusado ha indicado que Maje le pidió que acabara con la vida de la víctima: «Me preguntó si podía hacerlo por ella y le dije que sí», ha dicho. «Me comentó que tenían un viaje en septiembre y que no quería irse con Antonio y debía ser antes», ha agregado. «Lo preparamos para finales de julio, ella me diría los días que trabajaba él, me dijo el coche, la marca, la plaza y donde lo aparcaba Antonio», ha aseverado. «Ella me dijo que el garaje era buena opción, que en verano no había mucha gente y le dije que de acuerdo», ha narrado.
Hubo un primer intento para acabar con la vida de Antonio pero, según ha señalado, no fue posible porque Maje no le convenció para aparcar el coche en el garaje: «Me mandó un mensaje y me dijo que no lo había podido convencer y que el vehículo estaba fuera. Sentí un gran alivio porque no tendría que hacerlo y me fui de vacaciones».
En agosto, Maje contactó con él y «concertamos nueva fecha», ha agregado. Sería el día 16 de agosto por la mañana y le pedí que no estuviera en casa cuando ocurriera, que se fuera a trabajar. Ese día cogió su moto, fue al garaje, se escondió en una plaza y sorprendió a Antonio. «Fue todo muy rápido, no me acuerdo, llevo estos últimos años intentando olvidarlo», ha indicado entre lágrimas. «Luego me fui a mi trastero, me cambié de ropa, guardé el arma, preparé la comida a mi hija y fui a ver a Maje porque me mandó un mensaje para quedar, que quería que le contase», ha explicado el acusado, quien ha matizado que esa misma mañana ambos quedaron en que él cambiaría su estado de WhatsApp para que ella supiera que había cometido el crimen.
Quedaron, hablaron y acordaron no verse hasta pasado un tiempo. Luego siguieron una relación «más esporádica» y transcurridos unos meses se enteraron de que había un sospechoso por el crimen: «No pensamos que pudieran tener una pista sobre nosotros y le comenté que yo me haría cargo, que la llave del garaje no me la dio ella, que se la quité yo. Le prometí que le exculparía de todo», ha señalado.
«Estaba muy enamorado de ella»
Una vez arrestados, en la cárcel mantuvieron una relación a través de cartas y le seguía diciendo que iba a protegerla. Preguntado por qué aceptó matar a Antonio, ha señalado: «Estaba muy enamorado de ella y continuamente me decía los maltratos psicológicos que sufría. Temía por su vida. No sé por qué acepté. Insistió lo suficiente para convencerme», ha descrito.
«¿Y le prometió algo a cambio?», le ha interpelado el fiscal, a lo que ha respondido: «Me dijo que mientras estuviera Antonio, ella y yo no podíamos estar juntos». Salva ha desgranado que Maje sabía que había comprado el cuchillo y el tamaño: «Pensábamos que era algo más silencioso y accesible», ha apostillado. Las llaves del garaje, ha insistido, se las dio ella.
Ha explicado que decidió cambiar su versión de lo ocurrido e inculparla a ella porque quería «liberarse» y «contar la verdad». «Mi hija siempre me ha dicho que dijera la verdad, que dejara de mentir ya. Llevo un año sin saber de ella pero le sigo haciendo caso», ha agregado. Salva ha terminado su testimonio pidiendo perdón a su familia y a la familia de Antonio.