Endesa restaura 40.000 árboles de alrededor de 90 hectáreas con ‘Bosque Endesa’

Endesa restaura 40.000 árboles de alrededor de 90 hectáreas con ‘Bosque Endesa’

Hoy se celebra el Día Internacional de los Bosques y el lema  elegido este año por la Asamblea General de Naciones Unidas ha sido “Restauración forestal: un camino a la recuperación y el bienestar”. Ese ha sido precisamente el objetivo principal del proyecto “Bosque Endesa” desde que arrancó hace ya cinco años.

Una iniciativa medioambiental corporativa pionera en el sector energético, ejemplo de sostenibilidad, que supone dar un paso más en el ámbito de mitigación y adaptación al cambio climático y en la mejora de la biodiversidad en terrenos ubicados en el entorno de actividad  la Compañía.

Los proyectos de la iniciativa Bosque Endesa (BE) se centran en la restauración forestal de terrenos degradados o incendiados en el territorio nacional, mediante técnicas de siembra y plantación de especies forestales autóctonas, pues son las mejor adaptadas al medio.

Hasta la fecha, la iniciativa cuenta con 4 proyectos implementados, dos de ellos inscritos en el Registro Nacional de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del MITERD, concretamente el Bosque Endesa La Atalaya (Madrid), con el que nació el proyecto tras uno de los mayores incendios de la Comunidad de Madrid en 2012; el Bosque Endesa Doñana (Huelva) y un tercero, Bosque Endesa Oso Pardo (pirineo catalán), en proceso de registro.

El último proyecto en sumarse a la iniciativa ha sido el Bosque Endesa Teruel, que, con su aportación, permite que ésta sume de forma agregada 90 ha restauradas y aproximadamente 40.000 árboles introducidos.

Como resultado de la actuación, se obtiene un importante impacto ambiental positivo ya que la restauración forestal permite recuperar un entorno devastado por el fuego, contribuyendo a la mitigación y adaptación del cambio climático, en la medida que los árboles son capaces de retener el CO2 de la atmósfera y contribuir a la regulación del clima local, respectivamente.

Además, el diseño de la actuación que contempla una futura masa forestal con menor riesgo de incendio, va a permitir recuperar el capital natural y la biodiversidad perdidos, así como los servicios ecosistémicos que aportan a la sociedad, contribuyendo al mismo tiempo a mejorar el ciclo del agua local, evitando la pérdida de suelos por escorrentía y mitigando el avance de la desertificación.

En el capítulo económico, se contribuye a dinamizar la economía local, dado que la recuperación de un bosque a menudo contribuye a generar actividad adicional asociada al aprovechamiento de los recursos y servicios que éste proporciona. Este hecho puede contribuir, a su vez, a la generación de empresas y cooperativas a nivel local (turismo, caza/pesca, aprovechamiento forestal sostenible, gestión y mantenimiento forestal sostenible, etc.) 

En el ámbito social, los proyectos de la iniciativa contribuyen a fomentan el empleo local (rural), ya que, en la contratación de personal tanto para la obra de plantación como de mantenimiento y reposición de marras futuro, se da prioridad a personas desempleadas, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años o bien con riesgo de exclusión social en el entorno del proyecto.

Así mismo, conviene destacar el potencial del proyecto como vector de sensibilización, educación y/o voluntariado ambiental, en la medida en que permite organizar visitas y/o convocatorias ciudadanas o escolares relacionadas con el mismo.

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