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Así es la mansión de Julio Iglesias que ha comprado en Galicia: en mitad del campo y en un enclave único

Julio Iglesias ha comprado una finca que le mantendrá conectado a su infancia

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Julio Iglesias en una gala. (Foto: Gtres)

Tras décadas viviendo entre las costas de Florida, los lujosos rincones del Caribe y su refugio habitual en la Costa del Sol, Julio Iglesias ha decidido mirar hacia el interior y asentarse en la tierra que le vio nacer, en el mismo corazón de Galicia. El legendario artista ha adquirido una propiedad de ensueño ubicada en un paraje rural del municipio de Piñor, en la provincia de Orense. Una decisión marca un giro vital y que también simboliza el reencuentro con sus orígenes, con ese territorio que su memoria jamás dejó atrás. Tal y como hemos adelantado en LOOK, el doctor Puga, padre de Julio, tenía muy presentes sus orígenes y el cantante ha actuado en consecuencia.

En plena naturaleza, alejado del bullicio de la prensa y el espectáculo, el protagonista de nuestra noticia se ha hecho con una majestuosa finca situada en la pequeña aldea de Villarino, a tan solo unos minutos del núcleo urbano. Una ubicación discreta, profundamente gallega, en la misma zona de donde era oriundo su progenitor. Esta cercanía sentimental no es casual: para el cantante, volver a sus raíces es una necesidad emocional tanto como una elección consciente.

Los detalles sobre la mansión

La propiedad es mucho más que una casa de campo. Es un complejo residencial con carácter, dotado de comodidades que permiten el confort de una gran familia y con una distribución pensada para disfrutar del entorno sin renunciar a la intimidad. La mansión principal se alza imponente sobre más de 1.500 metros cuadrados construidos, rodeada de un paisaje gallego que permanece virgen y auténtico. No es una vivienda nueva, sino una residencia que ha sido cuidadosamente restaurada y acondicionada para su nueva vida, conservando su esencia original pero adaptada a las necesidades de una figura internacional como Iglesias.

El cantante ha manifestado estar encantado con el estado actual del inmueble, al que solo han tenido que hacerle unos retoques menores para poder instalarse de inmediato. «Está para vivir», han confirmado en su revista de cabecera, consciente de que esta vez no busca una casa de paso, sino un lugar donde echar raíces con su mujer, Miranda Rijnsburger, y sus hijos.

Julio Iglesias con su mujer. (Foto: Gtres)

En lo que respecta al terreno exterior, la finca cuenta con elementos que transforman esta adquisición en un verdadero oasis privado. El jardín, poblado con vegetación autóctona, se extiende hasta un pequeño lago artificial que aporta serenidad y belleza al conjunto. A ello se suma una amplia piscina pensada para el disfrute en los meses más cálidos, y hasta tres construcciones anexas, una de las cuales se ha habilitado como un amplio garaje con capacidad para diez vehículos. Un detalle que no es menor tratándose de una familia numerosa acostumbrada a desplazarse con independencia.

Julio Iglesias no se olvida de España

La operación de compraventa se cerró hace tan sólo unos meses y se mantuvo en la más estricta discreción hasta que el propio artista ha decidido confirmarla públicamente. La vivienda pertenecía anteriormente al ex alcalde de Ourense, Manuel Cabezas, y su esposa, quienes residieron allí hasta cerrar el acuerdo con Iglesias. El valor estimado de la propiedad ronda los cuatro millones de euros, una cifra coherente con las dimensiones, la ubicación y las prestaciones del conjunto.

Hasta ahora, la familia del intérprete de Me olvidé de vivir había tomado como base en España su propiedad en Ojén, en plena sierra de Málaga. Allí pasaron largas temporadas sus hijos, en especial las mellizas Victoria y Cristina, que han disfrutado del clima sureño con total discreción. No obstante, esta nueva inversión sugiere que el vínculo con el sur podría ir diluyéndose a medida que Iglesias y los suyos encuentren en Galicia ese equilibrio entre privacidad, conexión emocional y naturaleza que tanto ansiaban.

Aunque conserva propiedades en la República Dominicana, Miami e incluso en Bahamas, el artista ha dejado claro que el atractivo del mar ha dado paso a una necesidad más profunda: la del silencio, el campo y la memoria familiar.

Galicia, una tierra especial

Para Julio Iglesias, volver a la tierra de sus antepasados es cerrar un círculo vital que comenzó cuando emigró joven, persiguiendo sueños imposibles que acabaron convirtiéndose en una de las carreras musicales más exitosas de la historia. Aquel joven que cantaba en los años 70 su amor por Galicia con la voz temblorosa de la nostalgia ahora pisa firme el suelo de sus recuerdos, dispuesto a escribir un nuevo capítulo en el mismo lugar donde todo empezó.

A cinco décadas de haber lanzado su célebre Un canto a Galicia, Iglesias hace realidad aquel verso en el que reconocía su vínculo profundo con la tierra de su padre. Es decir, lo que en otros podría parecer un simple cambio de residencia, en el caso de Julio Iglesias se convierte en una declaración de amor a su historia personal. Su nuevo hogar no es solo un refugio rural: es una promesa cumplida, una muestra de que, al final del camino, siempre se vuelve a casa.

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