Síndrome del túnel carpiano: reconocer los síntomas y personalizar el tratamiento
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El Síndrome del Túnel Carpiano (STC) afecta a más del 3% de la población, principalmente a mujeres de entre cuarenta y sesenta años y se produce por la compresión a la altura de la muñeca del nervio mediano, el responsable de la movilidad del pulgar y de la sensibilidad de los tres primeros dedos de la mano.
Es una de las patologías más frecuentes en empleos que requieren de una repetitiva flexión y extensión de la muñeca, como la que se puede producir en las cadenas de montaje, pero también la que puede provocar el uso prolongado del ratón del ordenador. Entre sus síntomas más habituales están el hormigueo, el dolor, o la hinchazón y en los casos más graves, puede incluso conllevar una pérdida de fuerza en las manos.
Personalizar el tratamiento
Según explica el Dr. José Salcedo, jefe de servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Bizkaia, lo más importante a la hora de realizar un buen diagnóstico en pacientes con esta dolencia es “contar con una historia clínica completa y llevar a cabo un Electromiograma”, una prueba que verifica la salud de los músculos y de los nervios que los controlan; y después llevar a cabo un tratamiento personalizado que “dependerá de si la afectación del nervio es de carácter leve, moderado o severo”.
No demorar la intervención
En caso de tratarse de una afección leve, el tratamiento consistirá en la utilización de una muñequera semirrígida por la noche, que se complementará con fármacos si la dolencia es moderada y las molestias del paciente aumentan, y que desembocará en una cirugía si se trata de un caso grave. En estos últimos casos, sobre todo, el especialista recomienda no demorar la intervención ya que “la compresión prolongada del nervio puede disminuir la capacidad de recuperación tras la operación”.
La intervención quirúrgica es ambulatoria, se realiza con anestesia local, y tal y como explica el Dr. Salcedo, “consiste en una pequeña incisión de unos tres centímetros en la palma de la mano, a través de la cual se realiza la apertura del techo del túnel carpiano para liberar el nervio y que este se pueda comenzar a recuperar”.
Recuperación y cuidados
Tras la operación, el paciente deberá llevar la mano elevada y ejercitarla todo lo que pueda. Las suturas se retiran entre 12-14 días después de la intervención, y sólo se administra medicación en caso de dolor.
Desde el servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Bizkaia advierten, eso sí, de que dependiendo de la gravedad de la compresión del nervio el alivio de los síntomas puede ser inmediato, o producirse de forma progresiva. Asimismo, recomiendan no realizar actividades que impliquen impacto sobre la mano hasta el tercer mes desde la cirugía e indican que tan sólo se necesitará rehabilitación en los casos en los que la evolución no sea favorable.
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