Protégete del sol y del fraude: los protectores solares, objetivo de los falsificadores

El consumo de fotoprotectores aumentó un 20% en 2023 y se debe a una mayor concienciación respecto a la necesidad de protegerse del sol

cremas solares falsificaciones
Muestra de cremas solares
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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La falsificación de productos cosméticos y de alta perfumería siempre han estado entre los más falsificados y los que se incautan con mayor frecuencia, junto a relojes, calzado deportivo, prendas de vestir, artículos de guarnicionería y productos electrónicos. Sin embargo, en los últimos tiempos, el fraude no sólo ha cogido aún más fuerza en este sector, haciendo crecer considerablemente sus cifras negativas, sino que ha encontrado un nuevo objetivo: los protectores solares.

Según datos proporcionados por el sector, el consumo de fotoprotectores aumentó un 20% en 2023 -último año con cifras oficiales- respecto a las cifras alcanzadas en 2022. Este incremento se debe, en gran medida, al aumento de la concienciación social respecto a la necesidad de protegerse de las radiaciones solares para mantener la salud de nuestra piel en perfecto estado y reducir la incidencia y mortalidad de sus afecciones más graves, como el melanoma.

Este nuevo interés, la proliferación de productos con precios cada vez más altos y el correspondiente aumento del consumo ha hecho que los falsificadores hayan dirigido su atención a este producto cosmético, ya que puede reportarles importantes beneficios.

Así, cabe la posibilidad de que, a pesar de que nuestra conciencia haya despertado ante los peligros del sol y hayamos puesto en marcha todo tipo de medidas y buenos hábitos, es posible que nuestra crema solar esté saboteando todo el plan porque se trate de un producto falsificado.

Además, con el aumento de las ventas del comercio electrónico, las oportunidades de falsificación han aumentado proporcionalmente. Según datos recientes de Statista, el prestigioso portal alemán de estadísticas en línea, las ventas del comercio electrónico representarán el 8,6% de todas las ventas de cosméticos en 2024. Sin embargo, son las redes sociales la que juegan un papel más importante en este cambio de hábitos a la hora de comprar estos productos, gracias a los influencers y sus consejos y tutoriales de maquillaje, que han reemplazado la visita a tiendas físicas como medio para obtener asesoramiento personal.

En la última operación Aphrodite, coordinada por Europol, con la participación de la Guardia Civil y dirigida a combatir la venta ilegal de productos cosméticos y del cuidado personal falsificados a través de redes sociales, se incautaron de cerca de 9,5 millones de productos cosméticos que vulneraban los derechos de propiedad industrial -muchos de ellos fotoprotectores- además de identificar y cerrar cuentas y perfiles dedicados a la venta de productos fraudulentos en plataformas y redes sociales. En esta operación fueron detectadas más de 120 cuentas en redes sociales y más de 4.000 páginas web que vendían y anunciaban productos cosméticos falsificados.

Por todo ello, la sociedad no sólo debe concienciarse de la importancia de adquirir buenos hábitos frente al sol y de usar un protector solar adecuado, sino también de la importancia de asegurarse de que el producto empleado cumple con los requisitos recomendados y no se trata de una falsificación.

Situación en España

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido de posibles incumplimientos que pueden aparecer en el etiquetado de los productos y que pueden ser peligrosos para la salud del consumidor. Recordemos que en la Unión Europea los fotoprotectores deben cumplir con una serie de garantías sanitarias, pero no están sometidos a un procedimiento de autorización previa por parte de las autoridades para su introducción en el mercado. Por lo tanto, la empresa debe ser responsable del producto, asegurándose que es seguro, eficaz y que cumple con todos los requisitos exigidos, lo que la convierte en la parte la más interesada en protegerse frente a estas nuevas falsificaciones.

En España, la AEMPS tiene el papel de supervisar el cumplimiento de la legislación a través del control del mercado (fabricación, distribución y comercio). Para ello, puede solicitar a las empresas implicadas que proporcionen ensayos que sustenten los valores del FPS y FP-UVA del etiquetado, mediante métodos oficiales. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, incluyendo la Guardia Civil, colaboran con la AEMPS a través de inspecciones en comercios o puntos de venta donde puedan venderse productos que no cumplen con los estándares exigidos por la legislación. En colaboración con inspección de consumo, Guardia Civil lleva a cabo este tipo de actuaciones con un fin preventivo, pero también reactivo, cuando se ha tenido conocimiento previo del comercio con productos falsificados, se asegura desde SICPA.

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