Propuestas de un experto alemán sobre el Coronavirus

Alemania es uno de los países que ha conseguido en los últimos días frenar el avance del Coronavirus. Ante este escenario, las propias autoridades gubernamentales y algunos especialistas empezaron a alertar que la ‘normalidad’ aún no está próxima a llegar. Lo que implica que todavía no es el momento de suavizar las restricciones. Este 2021 será un año con muchas limitaciones, factor que consideran vital para conseguir vencer finalmente a la pandemia.

Uno de los personajes que más ha alzado su voz en este sentido es el virólogo Christian Drosten. Especialista en virus emergentes, apunta que el objetivo a corto plazo es evitar a toda costa una nueva expansión del Sars Cov 2. En su opinión, la única forma de conseguir esta meta, es mantener el mayor tiempo posible vigentes todas las medidas de aislamiento social. A la espera que la vacunación masiva limite la transmisión de la enfermedad.

Medidas básicas

En la actualidad, Alemania es uno de los países que restringe el tráfico de pasajeros internacionales. Los vuelos a varias naciones con incidencia alta de casos y con nuevas cepas surgidas en sus territorios están completamente suspendidos. La lista incluye a Reino Unido, Irlanda, Portugal, Brasil y Sudáfrica.

Drosten señala que estas restricciones tienen que ser mucho más amplias. Asegura que el flujo de vuelos comerciales internacionales tendría que reducirse casi a cero. Manteniendo esta baja operatividad durante los próximos meses.

Por el momento, las medidas restrictivas para viajar desde y hacia Alemania se mantendrán vigentes hasta al menos el 14 de febrero. Cumplida esta fecha, pasarán a revisión antes de que se tomen nuevas directrices.

No abrir las escuelas

La restricción de los vuelos, por las implicaciones económicas para las empresas aeronáuticas y turísticas (entre otras), ha traído debates en todo el mundo. Muchos piden no olvidar los miles de empleos que están en riesgo por el cese operacional prolongado de estos sectores. Aunque lo ocurrido en países que optaron por no limitar en exceso estos sectores, no puede considerarse precisamente como casos de éxito.

El cierre de las escuelas ha sido otro tema polémico, aunque con menos oposición. En este sentido, Drosten es de la opinión que los centros educativos deben continuar cerrados. Y al igual que en lo relativo a los vuelos internacionales, aún es difícil señalar cuándo las aulas de clases estén aptas para recibir a los estudiantes.

Las nuevas cepas

Para muchos expertos, parte de la crisis actual obedece a un cúmulo de malas decisiones que se tomaron durante los primeros meses de la pandemia en 2020. Más que actuar muy tarde frente al avance del virus, lo peligroso fue relajar muy rápido las medidas destinadas a frenar el avance del virus. Personajes como Christian Drosten son de la opinión que este tipo de errores no se pueden volver a cometer.

Además, ahora entran en escena las nuevas cepas del virus. Mutaciones que han resultado mucho más potentes a la hora de transmitirse de una persona a otra. Y si bien la tasa de mortalidad de estas variantes no parece ser más elevada, cada cambio implica riesgos que como todo lo ocurrido desde diciembre de 2019, deben ser atendidos a las carreras.

Las medidas restrictivas, al frenar los contagiados, también son útiles para aminorar la incidencia de variaciones. Las probabilidades de cambios en la composición del coronavirus son proporcionales a la cantidad de personas afectadas. A mayor número de infectados, las variaciones del virus serán más frecuentes. Lo que a su vez implica que se puede hacer más fuerte y eventualmente, hasta más letal.

¿Cuánto falta para la inmunidad de grupo?

La inmunidad de grupo, ese estado en el que la mayoría de la población alcanza la inmunidad frente a una enfermedad contagiosa, ha sido el objetivo de muchos desde el surgimiento del nuevo coronavirus.

Algunos países apostaron por ‘acelerar’ los contagios para llegar más rápido a este punto. Sin embargo, la idea pronto perdió sustento. Entre otras cosas, porque la invulnerabilidad que desarrolla el organismo una vez superada la enfermedad, no es permanente. Se estima que es de unos cinco meses.

Así mismo, auna cuando las jornadas de vacunación avanzan a toda velocidad, todavía no está completamente claro cuál es el tiempo de protección que ofrecen estas fórmulas. Por ello, la también conocida como inmunidad de rebaño, no es algo con lo que pueda contarse para 2021.

Responsabilidad individual

No solo se trata de los errores que los gobiernos no deben cometer otra vez frente al coronavirus. Las responsabilidades para reducir la incidencia de la enfermedad también son individuales. Cada persona tiene la posibilidad y el deber de tomar las medidas necesarias para aminorar los riesgos. Si no respetamos las medidas de seguridad en nuestro ámbito social, de poco valen recomendaciones de experto y planes de gobierno.

Lavarse las manos con frecuencia, evitar lugares demasiado concurridos y el uso de mascarillas en espacios cerrados, son solo tres ejemplos. Nada que implique sacrificios insufribles.