El mercado no reconoce el valor de los antibióticos

Las compañías que investigan se ofrecen a colaborar con las autoridades y la comunidad sanitaria para combatir las "superbacterias"

El CSIC identifica una nueva estrategia para combatir la resistencia bacteriana a los antibióticos

Antibióticos
Desarrollar nuevos antibióticos es una decisión financiera "de alto riesgo".

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

Patrick Holmes, responsable de política de innovación global de Pfizer, ha explicado en un reciente encuentro virtual con medios de comunicación internacionales que el mercado de antibióticos es particularmente difícil porque, a pesar de su enorme importancia como terapia, tienen precios muy bajos, de modo que invertir en descubrir nuevos medicamentos de esta familia es una decisión financiera «que entraña un riesgo muy alto».

En todo el mundo, hay solamente 30-40 nuevos antibióticos en fase de desarrollo. Son los medicamentos de los que se espera que mantengan a raya a las «superbacterias» que, cada vez mejor, resisten a la acción de los antibióticos ya conocidos, y que causan 700.000 muertes al año.

Holmes ha calificado de «reto» la inversión en antibióticos innovadores para todas las compañías. Son medicamentos que se usan durante poco tiempo en cada paciente y, además, para evitar las resistencias, cuanto menos se empleen, mejor. «Comparándolo con terapias que se utilizan durante toda la vida, para enfermedades crónicas, uno entiende que muchas compañías pequeñas hayan renunciado a esa línea de negocio, porque una inversión sin retorno conduce sencillamente a la quiebra», ha explicado.
“No queremos que se utilicen de forma masiva, sino selectiva, para evitar la aparición de resistencias”, ha afirmado.

«Pierden eficacia con cada uso»

Una «ley inmutable» en el empleo de antibióticos es que, cada vez que se usan, pierden algo de eficacia, ha dicho Jay Purdy, vicepresidente y jefe del área terapéutica de antibióticos y antifúngicos de Pfizer. Purdy ha recordado que las bacterias han sido los primeros moradores del planeta y que «nos llevan una ventaja evolutiva de miles de millones de años».

Cada vez que tienen contacto con un antibiótico, se van produciendo mutaciones y las bacterias «aprenden» cuáles son las que las hacen más resistentes a ellas y a los antibióticos, menos eficaces. Así van evolucionando hasta las «superbacterias» para las que nos vamos quedando sin tratamientos, porque los que tenemos no consiguen acabar con ellas.
A pesar de que han sido el avance clave para la medicina moderna, Purdy considera que existe una cultura muy extendida de exigir que los antibióticos tengan precios muy bajos. Para ilustrar esto, ha usado ejemplos concretos de pacientes que «no tienen ningún inconveniente en pagar precios elevados por tomar cafés muy elaborados pero protestan por el precio de sus antibióticos». Purdy también ha señalado que Pfizer fue una de las primeras compañías en dejar de incentivar las ventas por volumen para fomentar en su lugar la difusión del conocimiento sobre sus terapias.

A este respecto, ha recordado que la mayor parte de las prescripciones de antibióticos tienen su origen en las consultas de Atención Primaria, «con mayor carga de trabajo y menos acceso a pruebas de diagnóstico sofisticadas». Considera que habría que dotar de más recursos y formación a estos profesionales para que se extienda al máximo el uso racional de los antibióticos.

Ambos se han declarado partidarios de buscar esquemas de pago innovadores y específicos para estos medicamentos, como los de suscripción «tipo Netflix», que Holmes ha ofrecido como ejemplo.
A su modo de ver, este no es un problema comercial «sino de salud pública, para los gobiernos y toda la comunidad sanitaria, por eso necesitamos trabajar juntos». Tanto en Estados Unidos como en Japón y la Unión Europea hay numerosas propuestas para que las compañías puedan encontrar atractiva la inversión en antibióticos.

En el caso de la UE, la futura ley farmacéutica incluye medidas que Holmes considera «prometedoras», como conceder «bonos» a los desarrolladores de nuevos antibióticos para que obtengan protección adicional que permita extraer mayor rentabilidad a otros de sus productos.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias