Cómo saber si tienes el menisco roto
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Cuando un paciente joven visita la consulta de un profesional con molestias en la rodilla, una de las primeras opciones que contemplan es un problema en el menisco. En este artículo te explicaremos cómo saber si tienes el menisco roto. Se trata de una de las lesiones de rodilla más comunes.
El traumátologo en cuestión te preguntará sobre el origen del dolor y qué movimientos son los que más molestias te crean. A continuación hará una serie de maniobras con la intención de forzar los meniscos y así comprobar la existencia de alguna dolencia en ellos.
Síntomas de un menisco roto
- Dolor más intenso en la rodilla al caminar, subir o bajar escaleras o al levantarse de la silla.
- Detectas un chasquido. Al mover la rodilla comprobarás el crujido.
- También puedes sentir un cierto bloqueo, que se origina debido a que una parte del menisco roto se cuela entre el fémur y la tibia de forma antinatural.
- Notas una sensación de inestabilidad, sobre todo al ponerte de pie. Notas como la articulación se tambalea.
Lo más probable es que para detectar este problema físico tengas que hacer una resonancia magnética.
El síntoma más común de la rotura de menisco es el dolor, aunque también existe la posibilidad de tenerlo afectado pero que no experimentes molestias de gravedad.
Esto suele ocurrir en las siguientes situaciones:
- Cuando no cuentas con ningún fragmento del menisco desprendido.
- El periodo de inflamación ya ha pasado.
- Si presentas una gran musculatura tanto en el muslo como en la rodilla eso contribuirá a generar una mayor estabilidad en la rodilla. También permitirá que te duela mucho menos la articulación aunque el menisco esté roto.
Te puedes lesionar el menisco de dos maneras. Por un lado de forma traumática al realizar un giro brusco o si recibes un impacto en la articulación cuando tienes apoyado el peso sobre la pierna. La otra posibilidad es que sea de forma degenerativa, cuando después de varios años soportando grandes cargas provocará que se pierde de manera paulatina el colágeno y el contenido en agua.