E. López: «Tres de cada cuatro mujeres no recibe tratamiento para aliviar los síntomas de la menopausia»
"La relación entre la microbiota intestinal y el equilibrio hormonal es uno de los hallazgos más interesantes de la investigación reciente"

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Ocho de cada diez mujeres españolas de entre 40 y 70 años reconocen estar preocupadas por la llegada de la menopausia, según el Barómetro de la Menopausia 2025, promovido por Stada y la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). El informe revela que, pese a la alta prevalencia de síntomas como sofocos, insomnio o cambios de ánimo, sólo un 57% ha consultado a un profesional sanitario. Ante esta realidad, OKSALUD entrevista a Elena López Ariste, directora de Marketing de Stada
PREGUNTA.- Sólo un 57% de mujeres consulta a profesionales sanitarios sobre sus síntomas. ¿A qué atribuyen esta falta de acompañamiento médico y cómo se puede revertir?
RESPUESTA.- Efectivamente, es un dato muy revelador. En nuestro barómetro observamos que el 43% de las mujeres consulta a un médico o a un farmacéutico cuando experimenta síntomas de la menopausia, y que muchas recurren primero a familiares o amistades (28%) o incluso a internet (18%).
Esto nos indica que existe una cierta normalización de los síntomas, como si fueran un ‘mal inevitable’ con el que hay que convivir sin más, además de una percepción de falta de recursos o de tiempo en la consulta para abordarlos en profundidad. También influye la carencia de información clara y estructurada, ya que muchas mujeres no saben que existen distintas alternativas terapéuticas y creen que, si no pueden o no quieren recurrir a la terapia hormonal, no tienen más opciones.
P.- ¿Se puede revertir la situación?
R.- Revertir esta situación requiere un doble esfuerzo. Por un lado, necesitamos empoderar a las mujeres con información rigurosa y accesible, que las anime a consultar a profesionales en lugar de quedarse con dudas o información poco precisa. Y por otro, es esencial reforzar el rol de los profesionales sanitarios dotándolos de herramientas prácticas y formación para que puedan acompañar, orientar y proponer soluciones adaptadas a cada perfil. Nuestro compromiso en Stada es precisamente ayudar a crear esos puentes de información y confianza.
P.- Los sofocos, el insomnio y los cambios de ánimo son los síntomas más frecuentes. ¿Cómo impactan estos problemas en la calidad de vida y qué tipo de abordaje recomienda?
R.- Según los datos del Barómetro de la Menopausia, los sofocos y la sudoración nocturna, junto con el insomnio y las alteraciones del estado de ánimo, son los síntomas que más peso tienen en esta etapa y los que generan una peor calidad de vida. Pensemos en una mujer que no consigue descansar bien durante semanas o meses: su rendimiento laboral se resiente, su estado emocional se ve alterado y, en muchos casos, también su vida social y familiar.
En Stada defendemos un abordaje integral, que combine medidas de estilo de vida —como cuidar la higiene del sueño, mantener una alimentación equilibrada y practicar ejercicio físico regular— con apoyo emocional y, cuando sea necesario, intervenciones terapéuticas basadas en la evidencia científica. En este sentido, los probióticos son hoy en día herramientas valiosas para ofrecer a las mujeres un abanico de opciones que se adapten a sus necesidades y preferencias en cada etapa de la menopausia, siempre bajo supervisión profesional.
P.- El estudio señala que 3 de cada 4 mujeres no realizan ningún tratamiento para la menopausia. ¿Creen que existe desinformación sobre las opciones disponibles o miedo a los tratamientos hormonales?
R.- Ambas cosas juegan un papel relevante. Aunque hemos avanzado, el Barómetro de la Menopausia que hemos llevado a cabo junto a la AEEM, muestra que el 75% de las mujeres sigue sin recibir ningún tipo de tratamiento, cuando en 2021 eran el 85%. Este progreso es positivo, pero sigue siendo insuficiente. Lo que vemos es que hay una gran demanda de información: lo que más interesa a las mujeres es entender qué cambios hormonales están viviendo, qué síntomas pueden aparecer y, sobre todo, qué opciones terapéuticas existen. Eso revela que persiste un déficit informativo que debemos cubrir.
P.- La investigación menciona el papel del ‘estroboloma’ y la microbiota intestinal en el equilibrio hormonal. ¿Podría explicar de forma sencilla por qué son tan relevantes en esta etapa?
R.- La relación entre la microbiota intestinal y el equilibrio hormonal es uno de los hallazgos más interesantes de la investigación reciente. Dentro de la microbiota existe el «estroboloma», cuya función es producir una enzima llamada β-glucuronidasa. Esta enzima es capaz de «reactivar» estrógenos que ya habían sido metabolizados. De esta manera, el estroboloma contribuye a mantener niveles adecuados de estrógenos en el organismo.
En la menopausia, los niveles de estrógenos descienden de forma natural y, además, la composición de la microbiota intestinal también se ve alterada.
Esta doble circunstancia puede intensificar síntomas como sofocos, cambios de ánimo o alteraciones del sueño, e incluso impactar en la salud ósea y cardiovascular de las mujeres. Por ello, cuidar la microbiota intestinal con una alimentación equilibrada y, en algunos casos, con probióticos específicos que han demostrado capacidad para modular el estroboloma, puede ser una estrategia eficaz para mejorar el bienestar en esta etapa.
P.- ¿Qué papel deben desempeñar farmacéuticos, médicos, enfermeros, terapeutas, etc. para acompañar mejor a las mujeres en esta transición y qué planes tiene Stada para impulsar esta educación sanitaria?
R.- El acompañamiento a las mujeres en la menopausia debe ser necesariamente multidisciplinar. Los médicos, y en especial los ginecólogos y los profesionales de atención primaria, tienen un papel fundamental en la identificación de los síntomas y en la personalización de las opciones de tratamiento. Los farmacéuticos son clave en el consejo y en la información, porque son muchas veces la primera puerta de entrada al sistema sanitario, y pueden orientar a las mujeres hacia alternativas seguras y con evidencia. Enfermeras, terapeutas y psicólogos completan este ecosistema aportando un acompañamiento integral, que incluye tanto la dimensión física como la emocional.
En Stada tenemos claro que, para que este engranaje funcione, es imprescindible ofrecer formación, recursos y herramientas que faciliten a los profesionales este papel de acompañamiento. Por eso hemos impulsado el Barómetro de la Menopausia junto a la AEEM, porque creemos que medir y entender lo que viven las mujeres es el primer paso para actuar. Nuestra ambición es que las mujeres se sientan acompañadas, escuchadas y con soluciones adaptadas a cada etapa de su vida.
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