Mónica García, acorralada: los médicos amenazan con una huelga de 10 días en plenas navidades
La raíz del conflicto se encuentra en la reforma del Estatuto Marco impulsada por el Ministerio de Sanidad

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La inminente huelga de médicos convocada en España para el mes de diciembre amenaza con dejar al sistema sanitario al borde del colapso. Coincidiendo con el puente de la Constitución, el paro de los médicos en contra de la reforma laboral propuesta por la ministra de Sanidad, Mónica García, se solaparía con varios festivos, lo que podría traducirse en hasta nueve o diez días con una cobertura mínima en centros de salud y hospitales.
Diversas comunidades han advertido del riesgo, pero una de las voces más críticas ha sido la del consejero de Sanidad de Galicia, Antonio Gómez Caamaño, que ha solicitado de forma insistente a la ministra de Sanidad, Mónica García, un esfuerzo de diálogo para evitar «una situación límite» en plena temporada de infecciones respiratorias.
El consejero gallego ha subrayado que la convocatoria llega en el peor momento posible y que, de mantenerse, derivaría en la suspensión de miles de consultas, cirugías y pruebas diagnósticas. En Galicia, el propio SERGAS calculó que cada día de huelga podría implicar la cancelación de cientos de intervenciones quirúrgicas y decenas de miles de visitas médicas, lo que generaría una acumulación inédita de retrasos asistenciales. A este escenario se suma la previsión de un incremento de patologías respiratorias debido a la llegada del invierno, un factor que saturaría aún más los servicios de urgencias.
La raíz del conflicto se encuentra en la reforma del Estatuto Marco impulsada por el Ministerio de Sanidad. El texto, presentado como una actualización necesaria para mejorar las condiciones laborales de los profesionales, ha sido recibido con rechazo por amplios sectores del colectivo médico. Denuncian que la reforma mantiene la jornada de 48 horas semanales, conserva las guardias obligatorias y no aborda de forma suficiente la sobrecarga que arrastran desde hace años. La percepción mayoritaria entre los profesionales -así lo han manifestado tanto sindicatos como asociaciones médicas- es que el Ministerio no ha escuchado sus reivindicaciones y ha cerrado el proceso sin el consenso que consideran imprescindible.
El malestar se ha extendido por varias comunidades autónomas, donde ya se han vivido tensiones entre los servicios de salud regionales y los profesionales. En Galicia, el propio consejero aseguró que la situación es resultado de una «falta clara de negociación» por parte de Mónica García, y llamó a retomar el diálogo para evitar que esta huelga «castigue» a los pacientes en un momento crítico del año. Según detalló, no se trata de una protesta simbólica, sino de una paralización con un impacto directo y profundo sobre el funcionamiento del sistema sanitario.
La falta de entendimiento entre el Gobierno central y los médicos incrementa la inquietud en las comunidades, que temen un deterioro de la atención en un contexto de recursos limitados y personal escaso. Si finalmente el paro se materializa, España podría enfrentarse a uno de los episodios de mayor tensión sanitaria de los últimos años. Miles de pacientes verían pospuestos tratamientos, operaciones y diagnósticos esenciales. Las urgencias, ya exigidas al máximo durante los meses de invierno, asumirían una carga desproporcionada ante la disminución de actividad en el resto de servicios.
En este escenario, la reivindicación central se repite: diálogo. Tanto los responsables autonómicos como los propios profesionales insisten en que la solución pasa por reabrir la negociación, revisar los puntos más controvertidos de la reforma y garantizar que las condiciones laborales sean compatibles con una atención de calidad. Mientras ese acuerdo no llegue, al que no quiere acercarse la ministra, Mónica García, la sombra de una huelga prolongada se mantiene sobre la sanidad pública.
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