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Farmacia familiar y médicos de Primaria piden dispensar sin receta la ‘minipíldora’ anticonceptiva

La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han emitido un posicionamiento en el que apoyan la dispensación sin necesidad de prescripción médica de la píldora anticonceptiva de solo gestágenos en las farmacias, conocida coloquialmente como minipíldora.

«La dispensación sin receta en farmacias, con el asesoramiento del farmacéutico y en coordinación con los médicos, permitiría no solo superar algunas barreras en el acceso a la anticoncepción, sino también reducir la sobrecarga asistencial en las consultas de Atención Primaria», han explicado los responsables de esta sociedad científica en rueda de prensa este lunes, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción.

Estas organizaciones, que reúnen a más de 25.000 profesionales médicos y farmacéuticos, consideran que, en la actualidad, se dan «las circunstancias necesarias» para favorecer que los anticonceptivos hormonales orales, comenzando con la pastilla de desogestrel 75 microgramos, puedan ser dispensados en las farmacias comunitarias sin necesidad de prescripción médica, tal y como ocurre en otros países como Reino Unido.

«La anticoncepción basada en el asesoramiento proporcionado por el farmacéutico comunitario, con la comunicación y derivación al médico cuando sea preciso, sería el paso necesario para aumentar el acceso a la anticoncepción y favorecer el éxito contraceptivo. Además, esta medida contribuiría a disminuir la sobrecarga asistencial de las consultas de Atención Primaria, pudiendo dirigir el esfuerzo médico hacia necesidades clínicas más relevantes. Es una medida necesaria, efectiva y segura», ha resaltado el vicepresidente 2º de SEFAC y coordinador del posicionamiento, Eduardo Satué.

Las sociedades científicas ya han trasladado esta propuesta al Ministerio de Sanidad y confían que «se tenga en cuenta porque está basado en la ciencia». «La experiencia en otros países ha demostrado que es una medida positiva», ha argumentado Satué.

Neus Caelles, miembro del Grupo de Salud de la Mujer de SEFAC, ha explicado que, pese a «no ser la píldora anticonceptiva más común, sí es la que tiene un perfil de seguridad mejor». «La pueden utilizar mujeres que están lactando a sus bebés, incluso mujeres fumadoras, que en teoría la tienen contraindicada a partir de los 35 años», ha agregado.

Anticoncepción

El posicionamiento también recalca que el cuidado de la salud reproductiva cuando no hay patologías asociadas «no supone un problema de salud», por lo que su tratamiento «no debería verse a priori como un criterio de tratamiento médico». «No es un problema de salud, es un derecho de la mujer para que pueda decidir cuándo y cómo tener hijos», ha insistido Satué.

Además, el experto ha defendido que los anticonceptivos orales de solo gestágenos han mostrado que son «eficaces y seguros», mientras que con el seguimiento del farmacéutico comunitario se puede evaluar el uso en cada caso y realizar las recomendaciones pertinentes.

El coordinador del Grupo de Salud de la Mujer de SEMG, Lorenzo Armenteros, ha expresado que este posicionamiento supone «un cambio del modelo de comunicación que tenemos los diferentes profesionales implicados en el proceso de la anticoncepción, y pretende en convertirse en paradigma de este y otros procesos asistenciales».

Acceso

A pesar de la importancia que la Organización Mundial de la Salud (OMS) concede a la anticoncepción en la planificación familiar, el posicionamiento de SEFAC, SEMERGEN y SEMG recuerda que «no siempre existe un acceso completo a estos métodos y hay barreras como el coste y la necesidad de receta».

Concretamente, han advertido de que en España casi una de cada cuatro mujeres (23%) está en riesgo de tener un embarazo no planificado, según información de la Sociedad Española de Contracepción (SEC). La tasa de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España es de 10,3 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, con más de 88.000 IVE en 2020, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad.

Asimismo, según datos de una encuesta realizada por 40dB a mil mujeres de entre 18 y 45 años, presentados en mayo durante el último congreso de SEFAC, el 52 por ciento manifestó haber intentado adquirir la píldora sin receta en alguna ocasión, el 26 por ciento tuvo que dejar de tomarla en algún momento por no poder acudir a la consulta médica a por la receta y un 23,7 por ciento por haberla perdido o no llevarla a la farmacia.

De las mujeres que tuvieron que interrumpir la toma, seis de cada diez consideró haber estado en riesgo de embarazo (57,8%), y 1 de cada 10 (11,9%) tuvo un embarazo no planificado por esta circunstancia (el 43% de estas mujeres decidió interrumpirlo).

Para la coordinadora del Grupo de Atención a la Mujer de SEMERGEN, María R. Blasco, estas barreras y dificultades de acceso «afectan principalmente a la población más desfavorecida y con factores de riesgo asociados a la edad, las carencias educativas, la exposición a la violencia, etcétera».

«Debemos mejorar el acceso de la mujer a los anticonceptivos minimizando las limitaciones, solo de esta manera la mujer será la única dueña de su salud sexual y reproductiva. La mujer es la única persona que debe tomar las decisiones en anticoncepción, basada en la adecuada información que le brindamos los profesionales sanitarios, sin barreras de acceso al método anticonceptivo que ella haya elegido», ha apostillado Blasco.