Los errores más frecuentes que debes evitar en los entrenamientos matinales

Los errores más frecuentes que debes evitar en los entrenamientos matinales
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Para arrancar el día con buen pie, nada mejor que realizar algo de ejercicio. Eso es lo que piensa mucha gente, que pone el despertador bien temprano para no faltar a su sesión de gimnasio. Sin embargo, queremos detenernos en los errores más frecuentes que debes evitar en los entrenamientos matinales.

Lo que está claro es que de poco te servirá madrugar y machacarte corriendo o en el gimnasio si luego te permites picar entre horas o comer en exceso.

-Empezar a entrenar sin desayunar nada: sería aconsejable aportarle al organismo hidratos de carbono y proteínas una hora antes de empezar. No hay que olvidar que los músculos precisan de combustible para funcionar correctamente. Encontrarás a muchos deportistas que nada más levantarse de la cama empiezan a entrenar sin comer nada. No todo el mundo está capacitado para esto.

-Dormir pocas horas: lo ideal es que un deportista duerma a diario entre siete y ocho horas, pudiendo echar 20 minutos de siesta. También es conveniente que se respeten unos horarios, tanto para acostarse como para levantarse, sin diferenciar los días laborales del fin de semana. Al no descansar bien por las noches el cuerpo se sentirá más cansado, pero también afectará a nuestros hábitos alimenticios. Un estudio que desarrolló la Clínica Mayo desveló que las personas que dormían 80 minutos menos sufrían una alteración de las hormonas que regulan el apetito y al día siguiente se consumirían más calorías.

-No reponer energías después de la sesión: desayunos y salimos a realizar ejercicio. Sin embargo aún pueden quedar cuatro o cinco horas hasta la hora de la comida. De ahí que sea necesario picar algo entre horas, pero que sea saludable y que no engorde. En realidad se trata de reponer las reservas de glucógeno, intentando que los músculos se recuperen lo más rápido posible después del esfuerzo realizado. Una buena opción puede ser tomar un sándwich de pavo y atún, beber un batido de plátano, una pieza de fruta, etc.

-Beber poca cantidad de agua: tanto antes, como durante y después del ejercicio físico hay que tomar agua para no deshidratarse. No esperes en ningún momento a tener sed, ya que en ese caso significaría que estás haciendo las cosas mal. Después de un entrenamiento resulta muy fácil caer en la deshidratación. Hay mucha gente que en su intento de perder peso realiza todo lo que haga falta. Después de sudar tanto y perder tanto líquido evitan consumir agua creyendo que así adelgazarán más fácil, pero están totalmente equipados.

Son errores muy comunes que pueden llegar a alterar nuestros entrenamientos, sobre todo porque en algunos casos no nos sentiremos con las suficientes fuerzas para afrontar los desafíos que se nos presenten. Además de realizar ejercicio hay que seguir una dieta completa y equilibrada, en donde tengan cabida todo tipo de alimentos saludables y en donde se reduzca al máximo algunos como el chocolate, dulces o grasas. De esta manera disfrutaremos mucho más de nuestros entrenamientos matinales y el esfuerzo de madrugar merecerá la pena.

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