Los cigarrillos electrónicos ‘invitan’ a los adolescentes a fumar

Los cigarrillos electrónicos ‘invitan’ a los adolescentes a fumar
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Los jóvenes que consumen cigarrillos electrónicos tienen más posibilidades de fumar tabaco real al cabo de un año si se les compara con el resto de la población. Así lo demuestra un estudio que aparece en ‘Tobacco Control’. Se puede decir, por lo tanto, que los cigarrillos electrónicos ‘invitan’ a los adolescentes a fumar.

De ahí que se recomiende restringir al máximo el consumo de este tipo de productos, según los expertos, que se encuentran inmersos en medio de un debate en el que se discuten los beneficios de los e-cigarrillos y el posible impacto que pueda tener en el futuro sobre los jóvenes que empiecen a animarse a fumar.

Uno de los objetivos de esta investigación era conocer si este tipo de cigarrillos podían ‘invitar’ a los jóvenes a fumar más adelante o si podría ayudar a estos a dejar el hábito del tabaco. Para ello contaron con la colaboración de 2.338 adolescentes de siete escuelas secundarias en los años 2013 y  2014. En estos dos años tuvieron la oportunidad de conocer sus hábitos de consumo en torno a los cigarrillos.

En 2013 se pidió a estos jóvenes de unos 15 años que informarán sobre la frecuencia del uso del e-cigarrillo y el tabaco tradicional. Tenían que ofrecer como respuesta: nunca, un par de veces al año o al día. También se estudiaron los distintos factores que influyen en el hábito de fumar, como son el nivel educativo de los padres, el grado de rebeldía y el ambiente en casa.

Los resultados que se desprenden de este estudio muestran que aquellos jóvenes que en 2013 habían consumido cigarrillos electrónicos tenían el triple de posibilidades de comenzar a fumar al año siguiente respecto a aquellos que no lo habían probado.

Casi un tercio de los encuestados (31%) no había probado en 2013 los cigarrillos electrónicos, pero al año siguiente ya había subido el número de adeptos hasta el 38%. Un 15% aseguró haber fumado al menos un cigarrillo en 2013, mientras que esa cifra alcanzó el 21% al cabo de doce meses.

La gran mayoría de los consultados había oído hablar de los cigarrillos electrónicos y dos de cada tres los consideraba más saludables que el tabaco convencional.

Respecto a las personas que en la primera serie de preguntas en 2013 se declararon no consumidores  de e-cigarrillos ni de tabaco, en la siguiente encuesta de 2014 uno de cada diez admitió haber probado los cigarrillos electrónicos, mientras que el 2% había hecho lo propio con el tabaco. Sólo el 4% había probado los dos. Aquellos que no fumaban y que de repente probaron los dos tipos de cigarros lo atribuyen sobre todo a la rebeldía de los jóvenes y a la mayor edad. Esta transición resultaba menos frecuente en el caso de los adolescentes con unos mayores niveles de apoyo por parte del seno familiar y con más nivel de educación.

Con este estudio se demuestra que el cigarrillo electrónico acaba incitando con el tiempo a las personas a empezar a fumar, aunque algunos adictos al tabaco recurren a este aparato para conseguir todo lo contrario.

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