Celiaquía: cómo las nuevas tecnologías adelantan cuatro años el diagnóstico
Una nueva investigación muestra que la celiaquía puede diagnosticarse hasta cuatro años antes si se deja a la inteligencia artificial procesar la información de las historias clínicas
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La celiaquía afecta aproximadamente a un 1% de la población adulta e infantil. No obstante, muchas personas padecen los síntomas durante años antes de que se les diagnostique y puedan empezar a controlarla. Hay numerosos trabajos de investigación sobre el tema que calculan que puede transcurrir más de una década sin diagnóstico para muchas de estas personas.
Un nuevo estudio firmado por expertos del Centro Maccabi KSM de Investigación e Innovación y Predicta Med pone de manifiesto el potencial de los modelos de inteligencia artificial para identificar pacientes en riesgo no diagnosticados a pesar de ser celiacos, partiendo de sus historias clínicas. Los resultados de la investigación, publicados en la revista científica Nature, muestran que estos modelos pueden señalar a esas personas hasta cuatro años antes de lo que cabe esperar con los procedimientos habituales.
Reacción inmune al comer gluten
En la actualidad, la enfermedad celiaca, que se caracteriza por una reacción inmune al comer gluten, se diagnostica mediante análisis de sangre y biopsia intestinal. No obstante, saber qué personas deberían someterse a esas pruebas no es fácil, especialmente cuando se trata de adultos que pueden manifestar síntomas muy variados, o no notarlos.
En su investigación, los científicos hicieron anónimas las historias clínicas para respetar la confidencialidad de los pacientes, un total de 2,9 millones de individuos. En esa población había pacientes con niveles elevados de tTG-IgA, el anticuerpo que se usa como marcador de enfermedad celiaca, y otras personas sin ninguna indicación de ser celiacos.
Mediante la herramienta conocida como «aprendizaje automático», una de las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA), los investigadores analizaron cada uno de esos dos grupos. Para ello, usaron solamente los análisis de sangre habituales y la información demográfica (sexo y edad). Después estudiaron la capacidad de la inteligencia artificial para distinguir entre pacientes de riesgo y pacientes sin él.
Entre los resultados de pruebas habituales que la IA utilizó para identificar a las personas en riesgo estaban el recuento bajo de hemoglobina, ferritina, colesterol HDL y elevación de funciones del hígado.
Repasar las historias clínicas
Con este trabajo se abre una «prometedora» posibilidad para que la IA repase las historias clínicas para hacer cribado rutinario de la celiaquía y detectarla de forma precoz. Es una estrategia que podría ponerse en marcha en los centros sanitarios para hacer barridos por todos los datos de los pacientes.
Amir Ben-Tov, especialista en gastroenterología pediátrica, ha recordado que «la identificación precoz de la enfermedad celiaca puede mejorar de forma significativa los resultados de la terapia, ya que quienes conocen antes la experiencia pueden recuperar la función intestinal y reducir sus síntomas, mientras que el diagnostico tardío suele estar asociado a problemas persistentes, incluso cuando el paciente sigue una estricta dieta sin gluten».
Este instrumento además podría evolucionar y convertirse en una prueba incluso anterior al cribado, señalando qué pacientes deberían ser evaluados con más pruebas.
Ahora se ha puesto en marcha una serie de proyectos piloto en grupos hospitalarios de Estados Unidos para probar la eficacia de este método y obtener nuevos datos que confirmen estos hallazgos. De momento, una investigación que aún está en curso en el estado de California ya ha confirmado la coherencia entre las observaciones de la inteligencia artificial y la valoración del riesgo específico de celiaquía llevada a cabo por médicos.