Así puedes prevenir el impacto del calor, la presión y la luz solar en las migrañas

Entender cómo estos elementos influyen en las migrañas y cómo prevenir su impacto es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes

Migrañas y calor
La influencia del calor en las migrañas.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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Las migrañas son un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en todo el mundo y se caracterizan por episodios recurrentes de dolor de cabeza, acompañados de síntomas como náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido. Diversos factores ambientales, como el calor, la presión atmosférica y la exposición a la luz solar, pueden desencadenar o empeorar estos episodios. En este artículo revisaremos la relación entre estos factores y las migrañas y se ofrecerán recomendaciones basadas en evidencia científica para prevenir y mitigar su impacto en personas susceptibles, sobre todo en verano.

Las migrañas son un problema de salud pública que afectan aproximadamente al 15% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A diferencia de los dolores de cabeza comunes, las migrañas son más intensas, duran más tiempo y pueden incluir una variedad de síntomas neurológicos. Entre los factores desencadenantes de las migrañas se encuentran algunos aspectos ambientales, como el calor, la presión atmosférica y la luz solar. Entender cómo estos elementos influyen en las migrañas y cómo prevenir su impacto es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

De esta forma, estudios epidemiológicos han mostrado una correlación entre el aumento de la temperatura ambiental y la frecuencia de episodios de migraña. El calor puede provocar la dilatación de los vasos sanguíneos en el cerebro, un factor que se cree que contribuye al inicio de una crisis de migraña. Además, la deshidratación, común en climas cálidos, puede desencadenar migrañas debido a la reducción del flujo sanguíneo cerebral y a la alteración de la homeostasis corporal.

Recomendaciones para la prevención:

    • Mantenerse hidratado bebiendo al menos 2 litros de agua al día, especialmente en climas cálidos.
    • Evitar la exposición directa al sol durante las horas pico de calor (generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
    • Utilizar ropa ligera y de colores claros que ayude a regular la temperatura corporal.
    • Permanecer en ambientes frescos y con aire acondicionado cuando sea posible.

Influencia de la presión atmosférica en las migrañas

La presión atmosférica, o barométrica, también se ha identificado como un desencadenante de migrañas. Cambios bruscos en la presión, como los que ocurren antes de una tormenta o durante un vuelo, pueden inducir dolor de cabeza en personas susceptibles. Se ha propuesto que estos cambios afectan la presión intracraneal y la homeostasis de los vasos sanguíneos cerebrales, lo que contribuye a la aparición de migrañas.

Recomendaciones para la prevención:

    1. Monitorizar las condiciones climáticas y estar atento a los cambios repentinos en la presión atmosférica.
    2. Considerar el uso de medicamentos profilácticos recetados por un médico antes de cambios significativos en la presión atmosférica, especialmente en vuelos o situaciones donde estos cambios sean anticipados.
    3. Utilizar dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) si el médico lo considera adecuado para personas con antecedentes de migrañas relacionadas con cambios en la presión.

Efectos de la luz solar en las migrañas

La fotofobia o sensibilidad a la luz es un síntoma común en personas que padecen migrañas. La exposición a la luz solar intensa puede no solo desencadenar una crisis de migraña, sino también intensificar el dolor durante un episodio activo. La luz solar de alta intensidad estimula el nervio trigémino, un nervio craneal implicado en la generación de migrañas, lo que puede agravar los síntomas.

Recomendaciones para la prevención:

    1. Usar gafas de sol con protección UV cuando se esté al aire libre.
    2. Optar por lentes polarizados que reduzcan el deslumbramiento y la intensidad de la luz.
    3. Permanecer en la sombra o usar sombreros de ala ancha para minimizar la exposición directa al sol.
    4. Considerar el uso de lentes fotocromáticos que se oscurezcan automáticamente en respuesta a la luz intensa.
    5. Aunque no se pueden evitar todos los desencadenantes ambientales de las migrañas, la implementación de medidas preventivas puede reducir significativamente la frecuencia y la severidad de los episodios. La educación y la concienciación sobre la influencia del clima y la luz solar son fundamentales para empoderar a los pacientes con migrañas y mejorar su calidad de vida.

Las migrañas, siendo una condición neurológica compleja, pueden ser exacerbadas por factores ambientales como el calor, la presión atmosférica y la luz solar. Adoptar estrategias preventivas, como mantenerse hidratado, evitar la exposición directa al sol y estar consciente de los cambios climáticos, puede ayudar a minimizar el impacto de estos factores desencadenantes.

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