Javier Cárdenas te cuenta en su programa que el director de la Oficina de Resolución de Anomalías del Pentágono de Estados Unidos ha valorado la posibilidad de que una nave nodriza observe nuestro sistema solar en un trabajo realizado denominado «Restricciones físicas en fenómenos aéreos no identificados (UAP)».
Este documento intenta utilizar la física para descartar una serie de avistamientos de UAP que parecen ser objetos «altamente maniobrables». Pretende demostrar que una serie de avistamientos de fenómenos no identificados podría explicarse por ilusiones ópticas o limitaciones de los equipos que actualmente existen en la Tierra para detectar sondas u ondas de radio procedentes del espacio exterior. ¿Cómo sería la estructura de esta nave extraterrestre que observa el sistema solar? Pues explica que sería: «una nave principal que libera muchas sondas pequeñas durante su paso cercano a la Tierra», «una construcción operativa no muy diferente de las misiones de la NASA» y «con un diseño adecuado, estas diminutas sondas llegarían a la Tierra u otros planetas del sistema solar para su exploración, ya que la nave principal pasa a una fracción de la separación entre la Tierra y el Sol».
Pero no solamente ha dicho esto el director de la Oficina de Resolución de Anomalías del Pentágono, Sean Kirkpatrick, esta teoría también la apoya con las mismas conclusiones Abraham Loeb, de Harvard, que es un físico teórico estadounidense especializado en astrofísica y cosmología.
En 2021 y debido a las características en la forma, la manera de movimiento y de cómo reflejaba la luz solar Oumuamua, entrevistado, afirmó que la única posibilidad plausible es que haya sido fabricado por una civilización extraterrestre, ese mismo año publicó su libro Extraterrestre – La humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra.