Las zafias leyes de la zafia Irene

El sabio Alejo Vidal-Quadras, catedrático de Física Atómica y Nuclear, desenvaina su ironía y se mofa de las nuevas ricas dinamiteras: «Hoy tenemos el privilegio de contar con la izquierda más zafia y ridícula del orbe conocido». No se para ahí: «Los escasamente ilustres diputados de Podemos (o analfabetos funcionales) alzados a su cota de incompetencia técnica e institucional por decisión del PSOE, le hacen flaco favor a su socio mayoritario, porque le contaminan con sus propuestas destructivas, le rebajan con sus mil desplantes, le incomodan con sus arreones anticonstitucionales y, por si fuera poco, le envilecen con su odio dogmático». En fin, que el florero de La Moncloa se ha coaligado con una horda de ignorantes. Así nos va la economía y todo lo demás.
Las hooligans moradas intentan desintegrar la nación bajo el padrinazgo de un autócrata loco. Entre el ansia de poder del narcisista y los desparrames de tales histéricas, se palpa que no hay armonía en el Gobierno. Son tal para cual. Se odian, pero como se necesitan, fingen disfrutar de una tosca paz, aparentemente apasionada. La historia de la humanidad está plagada de brujas encubiertas cuya violencia fue, de largo, la más peligrosa de todas. Las zafias leyes de la zafia Irene lo atestiguan. Su demencial ley del sólo sí es sí ya ha liberado a cincuenta violadores, rebajando penas a otros quinientos. Y su Ley Trans, la de los mutantes, ya suma varios suicidios de menores. Por algo la RAE define a las zafias como incultas.
Sánchez incorpora al Gobierno a gente más ignorante que él, ¡con lo que cuesta encontrarla!, para sobresalir. Hasta que no saquemos de su cueva a este energúmeno (ser poseído por el demonio) España seguirá sin prosperar. Las abominables y muy peligrosas leyes de las comunistas han hecho un daño irreversible a la nación, pero su soberbia y la tolerancia que les brinda el idiota las invita a no dimitir. El Gobierno se ha convertido en un aquelarre de desalmados. Su modo tiránico e insensato de gobernar arruinó a millones de españoles ¿A qué espera el pueblo para pagarle con la misma moneda y arruinarlo en las urnas con millones de votos? Las elecciones de mayo lo penalizarán y a principios de diciembre, por fin, nos libraremos del maniquí y de su chusma para siempre.
Inicié la crónica con el sabio Alejo Vidal-Quadras y la cierro con otro sabio, Ramón Tamames. Para no someter a Ramón a una despiadada moción de censura, que manipulará, en su provecho, el indecente y siempre tramposo Sánchez, Abascal debería acudir solo al Congreso, a cuerpo valiente, sin el apoyo del sabio, porque solo, se las basta y le sobra, para sacarle todas las vergüenzas al soplapitos de La Moncloa. Y luego, ya fuera del hemiciclo, podrá organizarle al genial Tamames el homenaje que se merece. Porque a ese ‘sociaca’ farsante no hay que darle ni agua. Que se joda, que le quedan tres días, pues es un muerto viviente.