Vox: “El PP se va a pegar un ‘morrazo’ en Cataluña”

Vox: “El PP se va a pegar un ‘morrazo’ en Cataluña”

Eso al menos es lo que pregona un importante directivo del partido de Abascal. Dice que Vox en su totalidad está ufano tras la moción de censura de Abascal. Asegura que de entonces hasta este momento se han producido no menos de tres mil, quizá cuatro mil, nuevas afiliaciones. “Es un chorreo continuo que, de verdad, no esperábamos”. Por eso, y porque bastantes de estos socios de aluvión residen en una de las cuatro provincias catalanas, Vox, este portavoz en concreto, se hace grandes ilusiones cara a las próximas elecciones regionales del Principado. Su previsión no puede ser más óptima para Abascal y más pesimista para Casado: “El PP -afirma sin ambages, ni rodeos- se va a pegar un gran “morrazo” en Cataluña”. Para Vox, este será el primer episodio que demostrará fehacientemente que “el PP nos ha hecho el favor del siglo con su ataque en el Parlamento”. Si hay que creer las apreciaciones de este amable comunicante, Vox, su cúpula, esperaba un desmarque más o menos dibujado del PP, pero “en ningún caso una agresión política y personal como la que protagonizó el líder del PP”. Casi quince días después de esa sesión que ya se está calificando de “histórica”, quizá sin medir los efectos de una demasía como ésta, lo cierto es que Vox está trasfundido de euforia, hasta el punto de pronosticar no ya el susodicho “morrazo”, sino una profecía todavía más fuerte: “Les vamos a ganar y vamos a dejarlos en la incomparecencia”.

Desde luego no opina del mismo modo el presidente popular en la región, Alejandro Fernández, que fue curiosamente uno de los barones que, consultado por su jefe, Casado, más insistió en que el sentido del voto del PP en la moción tendría que ser, de forma inequívoca, negativo. Fernández tampoco ha sido partidario de una clonación del ‘Navarra Suma’ para estos comicios de principios del nuevo año. Ni le gustaba una coalición con Ciudadanos, pese a la presión de Arrimadas, ni, mucho menos, claro está, un acuerdo con Vox. Ese hipotético pacto ahora es impensable. La pregunta es por consecuencia: en Cataluña no, pero en el resto de España: ¿corren peligro los gobiernos autonómicos que lo son gracias al apoyo, directo o indirecto, de Vox? La respuesta que ofrece el portavoz, no parece dudosa: “La izquierda no va a gobernar en ningún sitio gracias a nosotros”, una postura que tranquiliza un tanto al PP que, sin embargo, cree que Abascal va a tensar hasta el infinito la cuerda que le une a estos ejecutivos autonómicos. Desde el PP se prevé esto. “Vamos a asistir estupefactos a votaciones parlamentarias en las que Vox se alinee con partidos independentistas o filoterroristas como Bildu; todo para tocarnos las narices a nosotros”.

Y es que Vox no acepta un papel de gregario, de partido-complemento en el ámbito del centro derecha español. Antes, al contrario, se cree poseído de todo el derecho a sustituir al PP en ese terreno. “Nosotros -advierten ahora- vamos a por todas, no hablaremos mucho de la “derechista cobarde”, pero sabemos que podemos ganar a cualquiera”. Vox incluso identifica a los que llama “enemigos”: “Lo tenemos claro: nuestros peores enemigos no son el PP, ni menos aún Ciudadanos que ya no cuenta para nada, son los medios (y aquí cita a una retahíla casi interminables de periódicos, radios y televisiones) que no nos dan ni agua”. En algún momento desde luego, en Vox han prevalecido las opiniones de los que apostaban, y aún apuestan, por una lucha a muerte contra estos medios, por una lidia muy similar a la que de común ha seguido Trump en Estados Unidos, pero, al parecer, esa postura está siendo matizada, a medida que ya no influye tanto la presión del matrimonio Espinosa-Monasterio, sobre todo de esta última, ahora más alejada del contacto diario con los periodistas.

Desde luego el PP se las a tener tiesas con Vox en el momento en que este partido, ponga negro sobre blanco, lo que ahora anticipa: “No vamos a ser nada cuidadosos, ni generosos en el tratamiento de los escándalos como “KItchen”, antes nos confrontábamos con el PP con la boca chica, ahora todo ha cambiado, no vamos a ahorrar la pelea, nos ha puesto en esta situación y se van a dar cuenta de lo que han perdido”. Avisa el portavoz de Abascal de que “vamos a estar en todos los sitios”, lo cual es una advertencia oblicua que no acordarán con el PP una posición transigente en los asuntos menos llevaderos para Casado. Dicho de otra forma: Casado se va a enterar. Esto no ha hecho más que empezar. Cataluña será el ring en el que Abascal pretende arrear un derechazo, de los que mandan a la lona, a su antiguo amigo? (íntimos no lo han sido nunca) Pablo Casado

 

Lo último en Opinión

Últimas noticias