Trump vs. Trump
Apenas lleva dos meses como presidente de Estados Unidos, pero la verdad es que este Trump no tiene nada que ver con el que fue el 45º presidente. El Trump próspero de la primera legislatura frente al kamikaze aislacionista de hoy.
En su primera etapa, ya se percibían sus inclinaciones nacionalistas y proteccionistas, pero primó su liberalismo económico. Prueba de ello fueron sus múltiples recortes de impuestos, que impulsaron un crecimiento económico indiscutible y una significativa reducción del desempleo. A nivel internacional, fue el primer presidente en décadas en no iniciar ninguna guerra y, además, mejoró las relaciones diplomáticas con países como Rusia y Corea del Norte, sin dañar las ya existentes. Durante su mandato, se convirtió en un mediador efectivo en diversas crisis y conflictos.
Sin embargo, este Trump, el 47º presidente, ha conseguido en menos de dos meses hacer que la administración anterior parezca mejor en comparación.
Más allá de polémicas como las deportaciones o los aranceles —asuntos que no son menores—, Trump ha tomado una decisión sin precedentes que ni siquiera formaba parte de sus promesas de campaña: ha sacado a Estados Unidos de la Alianza de Occidente, causando un daño irreparable a la credibilidad de su país.
Por primera vez en la historia, Estados Unidos ha dejado de liderar a los países occidentales en la defensa de la libertad y la democracia para, en su lugar, alinearse con el lado oscuro.
Zelensky es un líder con sombras y que ha cometido errores, como su cercanía con Turquía (país invasor de mi querido Chipre) o Azerbaiyán. Sin embargo, eso ahora queda en segundo plano.
Lo realmente importante es que un país europeo, Rusia, ha invadido a otro, Ucrania. Ante esto, la respuesta de todos los demócratas debe ser clara y sin fisuras: Ucrania es la víctima, y hay que apoyarla y defenderla hasta las últimas consecuencias.
El hecho de que Estados Unidos haya cortado su apoyo a Ucrania en todos los frentes —militar, económico y de inteligencia— lo convierte, por primera vez, en un socio no fiable.
Su reprobable interés en someter a Ucrania e imponerle un acuerdo de paz forzado lo transforma en un tirano y confirma su cambio de bando.
Trump no está poniendo a Estados Unidos primero ni está buscando hacerlo grande de nuevo. Está sacando a su país de la alianza de naciones que defendemos la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos.
Trump está adentrando a Estados Unidos en la etapa más oscura de su historia reciente.
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