Trump, un kamikaze en la Casablanca

Trump, un kamikaze en la Casablanca

¿Y si no queda en mera suposición que The Donald (su mote gringo) fracase en las elecciones USA, qué le ocurriría al mundo? De ello va mi glosa apocalíptica. Porque si el energúmeno, homófóbo y racista al máximo se hace con la Casablanca y acomete cada una de sus innúmeras y sanguinarias fobias, asistiremos al baile de salida de la Tercera Hecatombe Global. La democracia tolera tales desmesuras. En Norteamérica puede optar a presidente cualquier tarado temible, igual que aquí lo hacen memos sin noción alguna de política como esos buscavidas que atienden por Sánchez e Iglesias. En conjunto, evaluando sus cocientes intelectuales, hablamos de soplapitos, pero todos, sin distinción, tienen el mismo peligro que el virus del Ébola. Dejemos a los paletos patrios y ocupémonos del cateto ecuménico.

1ª medida urgente que adoptará The Donald al asentar sus desmanes en el nicho oval: cambiar de peluquero o de director de imagen. Con esas greñas ningún verdugo del Pentágono cumplirá sus deseos, por tentadores que pareciesen. Con esos pelos los abuelos de West Point no le tomarán en serio cuando dé la orden de bombardear La Meca hasta dejarla como un solar. Para vengar la atrocidad de Las Torres y que la cosa quede en empate técnico, tendrá que ir a la peluquería.

2ª medida. Endurecer las frases de campaña que le han propulsado a la Casablanca. Si sirvieron para su fin, habrá que sacarles lustre. Así piensa The Donald. Valga el delicioso y tierno decálogo que sigue:

I. “Podría disparar a gente en Quinta Avenida y no perdería votos”.
II. “Restableceré el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo”.
III. “Pido el bloqueo total a la entrada de musulmanes en EEUU”.
IV. “Si gano las elecciones devolveré a los refugiados sirios a casa”.
V. “Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero porque, además, lo pagarían los mexicanos”.
VI. “México nos envía a la gente que tiene problemas: drogadictos, corruptos y violadores”.
VII. “Este es un país en el que hablamos inglés, no español”.
VIII. “John McCain no es un héroe de guerra, prefiero a los que no se han dejado capturar”.
IX. “Sería bonito ver como una modelo de Playboy se pone de rodillas y confiesa que no le gustan esas mujeres (refiriéndose a las lesbianas) que son cerdas gordas, perras, patanes y animales asquerosos”.
X. “Hay que prohibir los matrimonios entre homosexuales porque dos degenerados no deben denigrar el matrimonio cristiano”.

3ª medida. Organizar un casting entre los francotiradores de élite de los tres ejércitos de EEUU para sacar del mapa de modo fulminante a los notorios enemigos que odian a muerte el país que ya preside: Hasán Rouhaní, Kim Jong-un y Nicolás Maduro. A Marine Le Pen no la incluye por ser como él. Desde Calígula a Hitler no ha existido alguien tan tarado como Donald Trump, que empujado por el viento divino de los kamikazes y convencido de ser el elegido para arreglar los problemas del mundo civilizado, va a lograr que salte por los aires.

Querida Hillary Diane Rodham Clinton que estás en los cielos de las encuestas presidenciales de los Estados Unidos, no desciendas de tus alturas y quítanos al tal Trump, a ese bicho de encima, por lo que más quieras. Gracias, guapa. & God save Andrew Jackson, Barack Obama, yourself, fondest lady, & the Democratic Party!

Lo último en Opinión

Últimas noticias