Torra, no eres president… y lo sabes

Torra, no eres president… y lo sabes

Con un meme de Julio Iglesias se resumiría la situación, pero el correoso Torra se resiste. Como el Estatut dice que el Presidente “es elegido por el Parlamento de entre sus miembros”, se agarra, como un náufrago a los restos del barco, a interpretar que la condición de diputado sólo es exigible en el momento de la elección; y luego, aquí paz y allá gloria. Así, si el Presidente es inhabilitado, sólo deja de ser diputado, pero sigue siendo Honorable.

Lo mismo viene a decirnos, sin ningún tipo de pudor, Margarita Robles, en un claro ejercicio de instrumentalización política del Derecho, para evitar que la inelegibilidad sobrevenida se lleve por delante al testaferro de Puigdemont y que un enojado Rufián vuelva a importunar a su jefe en la Moncloa.

Pero es cuestión de tiempo. El Estatut optó por exigir la condición de diputado al President, al igual que la legislación electoral dispone, por ejemplo, que los alcaldes se eligen entre los concejales. Y a nadie, al menos hasta que le ha tocado a Torra, se ha planteado que perder la condición requerida para el nombramiento no suponga perder el propio cargo. Si se interpretase como defienden Robles o Torra, los alcaldes podrían seguir siendo alcaldes aunque les sobrevenga una causa de inelegibilidad; sólo dejarían de ser concejales.

Toda causa de inelegibilidad lo es también de incompatibilidad y además, en el análogo caso de los alcaldes, la Junta Electoral Central ha establecido que la incompatibilidad sobrevenida se produce ex lege sin necesidad de acuerdo. Por todo ello han denunciado los de la oposición aquello de la usurpación de funciones, y quizá debería plantearse la Intervención de la Generalitat si es correcto, por tanto, fiscalizar la nómina del President.

Supongo que ello no pasará, Torra cobrará su nómina y Sánchez le visitará para intentar convencerle, con amables palabras y generosos presupuestos, del buen camino que han tomado sus camaradas de ERC, de que no hay mejor inquilino en La Moncloa  para sus intereses y de que lo mejor es unirse al gran pacto, al pacto de la perdiz, el del postureo con el diálogo y las maniobras de distracción para ganar tiempo y seguir a lo suyo, los unos a la independencia y el otro a sí mismo, al sanchismo en un PSOE deconstruido.

Pero dudo que lo convenza. Ya no se fían de ellos mismos y sólo falta que, con un Torra cuestionado, Roger Torrent se erija, a lo Guaidó, en presidente encargado. ¡Ojo Torra! Que estos de ERC son capaces de todo.

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