Los socios empiezan a pasarle factura a Sánchez
La pesada mochila en forma de apoyos que Pedro Sánchez carga sobre su espalda política puede suponerle una Presidencia del Gobierno muy cara tanto para él como para los ciudadanos que creen en el Estado de Derecho. El refranero español, tan preciso siempre ante cualquier realidad, dice que «nadie da duros a cuatro pesetas». Aunque sea con monedas de otra época, el secretario general del PSOE ya lo está viviendo en su propia piel con los independentistas catalanes. Después de darle su apoyo en la moción de censura contra Mariano Rajoy, ahora pretenden pasarle la minuta al nuevo jefe del Ejecutivo. El primero ha sido Quim Torra, que ya ha escenificado el final del 155. Un mensaje a los separatistas de Cataluña, pero también al presidente del Gobierno para que sepa lo que esperan de él.
Sánchez no debe obviar el ímprobo trabajo de la Guardia Civil, cuyos efectivos certifican que la Generalitat malversó otros 3,2 millones de euros durante el referéndum ilegal del 1-O. En ese sentido, Ciudadanos ha señalado con acierto el camino a seguir, que no es otro que extender la aplicación del artículo 155 hasta que haya plenas garantías de que la Constitución se cumple a rajatabla y que los golpistas dirimen sus responsabilidades ante la justicia. Una idea muy alejada de la que tienen los sediciosos, que incluso presionan al PSOE para que el próximo fiscal general del Estado abandone la acusación por rebelión contra el huido Carles Puigdemont. Una prebenda inconcebible dada la gravedad de los hechos y también por respeto a la labor del juez Pablo Llarena así como al esfuerzo que está haciendo el conjunto de la justicia española para que el expresident cumpla con sus responsabilidades ante la justicia.
En este sentido, además, el propio Pedro Sánchez anunció una reforma del Código Penal para adecuar el delito de rebelión ante la amenaza golpista. Cabe esperar que, en caso de efectuarse dicha reforma, sea para perseguir de manera más efectiva los delitos contra el Estado de Derecho y no para hacer concesiones a los que han tratado de subvertir la legalidad vigente en nuestro país ocasionando un clima de inestabilidad política, social y económica perniciosa tanto para Cataluña como para el resto de la nación. Sin embargo, y dada la presencia del xenófobo Torra en el Govern, la tarea será muy complicada. Otra de las promotoras del independentismo más feroz, Elsa Artadi, insiste en la vía unilateral y en aprovechar las «debilidades del Estado». La mayor fortaleza que posee Pedro Sánchez es la ley. Por muy complicada que sea la aritmética política que tiene entre las manos, no puede permitir ni una sola cesión a los enemigos de España.