Ser o no ser (mallorquín)

Ser o no ser (mallorquín)

No, no es lo mismo ir a por un jugador que buscar dónde hay uno. La diferencia reside en que Miguel Contestí se fijaba objetivos y así consiguió que jugaran en el Mallorca Ezaki Badou, Chano, Orejuela, Luis García, Alvaro Cervera, Enrique Magdaleno y otros futbolistas codiciados por equipos de mayor poder económico y postín. En etapas posteriores a aquel largo y añorado mandato presidencial, Serra Ferrer trajo a De Guzmán, Giovanni Dos Santos o Geromel y Nando Pons fichó a Basinas, Güiza, Arango, Borja Valero, Jurado, etc. Claro que presidente, entrenador y director deportivo son tres mallorquines cuya pasión era el fútbol y el escudo estaba en su corazón y en su sangre.

Pablo Ortells es un señor de Castellón empleado de unos financieros americanos que compraron las acciones de un club de fútbol de allende sus mares con la sana y legal intención de hacer negocio. No sé si terminará cerrando un acuerdo, anunciado cual secreto a voces, con Rodri, un centrocampista del Real Betis que jugó la pasada semana con sus actuales colores en la previa de una competición europea y unos minutos este pasado domingo frente al Alavés. Tampoco sabemos si reforzará la plantilla con algún profesional más, español, comunitario o extranjero, seguramente en función no de lo que desee, sino de lo que le ofrezcan; y si cuesta poco, mucho mejor.

Pero mientras se lo piensa, este lunes comienza la tercera jornada de liga, nueve puntos en disputa y de los primeros seis, solo se ha sumado uno. Lo peor es que mostrando más carencias que virtudes y haciendo patentes defectos más que preocupantes y suficientes como para actuar con más precisión y menos pachorra. ¿Verdad Jagoba?.

Lo último en Opinión

Últimas noticias